DEPORTE CON SABOR A MÉXICO

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**No goza de difusión, y a veces queda olvidada y no es reconocida; la charrería, Deporte Nacional de México celebra hoy su 78 aniversario Jorge TALAVERA Justo hoy, desde 1934 se celebra el Día Nacional del Charro por órdenes del entonces presidente de la República Mexicana, el General Abelardo L. Rodríguez, antes había determinado a la charrería como Deporte Nacional de México; hasta la fecha es el único deporte que ostenta dicha categoría en nuestro país. Son pocos los estados que celebran esta fecha tan importante para la gran familia charra, entre los estados que lo hacen están: Jalisco, Hidalgo y Guanajuato, Aguascalientes, Zacatecas, y Puebla. Hoy se celebra el Día del Charro y se festeja con ímpetu, pero en protesta de que una de nuestras tradiciones más conocidas en el mundo, es poco difundida en nuestra propia patria. ¿De dónde proviene el festejo? El exmandatario, el General Abelardo L. Rodríguez, emitió el decreto en agradecimiento a quienes habían iniciado la tarea de practicar el deporte de la charrería, para que pudieran festejar su día en una fecha previa a la celebración del inicio de la Independencia de 1810. En ese entonces existían contadas agrupaciones de charros, entre las que destacaban la Asociación Nacional de Charros (decana de la charrería), Asociación Potosina de Charros y la Asociación de Charros de Jalisco. Desde hace 78 años se entreveía un desarrollo deportivo que en los años treintas tuvo gran auge, en 1934 se fundó la primera institución organizadora de este deporte (Federación Nacional de Charros), misma que hoy cumple su 78 aniversario, ahora con el nombre de Federación Mexicana de Charrería, A. C., que en la actualidad rige este deporte. La Charrería y su realidad Los charros no perciben algún sueldo como en los demás deportes, aunque tengan que recorrer grandes distancias para participar en torneos o charreadas amistosas en diferentes localidades, estos gastos son costeados por los integrantes del equipo, lo cual propicia que sea mucho más interesante y también una cuestión de pasión y gusto, ya que en cada charreada se arriesga la integridad física, y al concluir su actividad con éxito, se llevan el reconocimiento del público y es la única paga que tienen los charros por participar en ese evento. En muchas ciudades se está perdiendo esta tradición, cosa que no ocurre en los municipios de los estados de la república donde aún sigue siendo un deporte popular; ejemplo de ello, es el municipio de Nopala de Villagrán, en el estado de Hidalgo donde cuenta con 22 lienzos charros. En todo el país existen cerca 900 asociaciones de charros y 180 asociaciones en 8 estados de la unión americana, además de 300 grupos de escaramuzas que dan un realce a la fiesta charra. Puebla y su charrería La Ángelopolis se ha caracterizado por ser una entidad que se identifica con este deporte, en la mayoría de las ocasiones, lo hacen por puro amor al arte, ya que no es una actividad de la cual sus simpatizantes puedan sostenerse, sin embargo, Puebla no está entre el Top 10 de las ciudades “más charras”; cuenta con más de 20 asociaciones que participan en un torneo estatal, mismo que sirve como plataforma para poder participar en el Campeonato Nacional. PARA SABER: El 16 de septiembre en el desfile cívico militar; una asociación de charros poblanos formará parte del contingente, en donde se podrán apreciar los caballos, las monturas y los bellos trajes de charro. El traje charro Más que una simple vestimenta que sólo se utiliza en los desfiles, el traje de charro no sólo representa el orgullo nacional de los antiguos pobladores, sino un estilo de vida que muy pocas personas llevan a cabo. La evolución de la vestimenta es esencial para la charrería, porque del calzón blanco se llegó al traje vaquero o campirano y de éste al de plateado, de chinaco (antecesor al del charro), caracterizado por la escasez de adornos; el rural y de charro, éste último fue impulsado por el emperador Maximiliano de Hasburgo, quien adoptó el traje de jinete mexicano hecho de tela de paño, y utilizar por primera vez el color negro. Clasificaciones del atuendo Son las mismas en mujeres y hombres como el uso de la corbata, que deberá ser con un moño colgante, de colores serios, y se clasifican en: de faena, de media gala, de gala, de gran gala, de etiqueta y de China Poblana para las mujeres. El sombrero: Liso, de fieltro o palma, con chapetas de cuero, hueso o gamuza. La camisa: Tipo Pachuqueña (sin cuello) o bien camisa de cuello con saco de tela o gamuza sin adornos. El chaquetín: Lisa de tela o gamuza, sin adornos; con botones y tres mancuernas de cuello pegado y volteado. La corbata de moño: discreto, colgante estilo mariposa. La faja: Hace juego con la silla del charro, con el cinturón, la funda de pistola -en caso de que se use-, y los arreos, pantalón y corbata. El cinto: Del mismo material de los botines, sin carrillera y funda de revólver, liso o bordado en oro y/o plata. El pantalón: Con aletón o sin él, pero sin adornos excesivos y sin bolsa trasera Los botines:  De piel o gamuza, los colores preferentes son las tonalidades de café, bayos o grises.