Agencia El Universal Tenía dos tantos de ventaja y los Bravos contaban con muy pocos minutos para protagonizar una hazaña, pero Alfonso Sosa se embriagó de júbilo hasta que el volante Jorge Sánchez marcó la anotación al minuto 88 que garantizó el triunfo del Necaxa por 2-0 (3-0 global) y su regreso a la hoy llamada Liga MX. Los Rayos han vuelto a hacerlo. Tardaron cinco años, pero lo consiguieron bajo las órdenes de ese hombre que también saldó una dolorosa deuda personal. Hace un año, el corazón de Sosa se despedazó con el descenso de la Universidad de Guadalajara, a la que fue incapaz de mantener en la Primera División. Recogió cada trozo y decidió reconstruirlo en el banquillo de un club obsesionado con el retorno. Combinación que dio frutos. El subcampeonato en la Copa MX, obtenido prácticamente con suplentes, sólo fue el preludio de la gloria rojiblanca. Los hidrocálidos no finalizaron el Clausura 2016 en el liderato, pero sí con la fuerza necesaria para no fallar, como hace 12 meses, cuando también fallaron en el intento, frente a los Dorados de Sinaloa, cuyo lugar ocuparán a partir del siguiente torneo. Monólogo necaxista coronado con el gol del delantero chileno Luis Gallegos, al minuto 55. Los visitantes llegaron a la frontera con una anotación de ventaja, pero sólo la pasaron mal durante el primer cuarto de hora, ese en el que el guardameta Yosgart Gutiérrez fue clave. Sí, otro hombre con una insaciable sed de revancha. Sus atajadas despertaron a los dirigidos por Sosa, quienes no sólo controlaron la pelota, generaron peligro en el arco norteño. Lo cristalizaron hasta que el ariete andino se enfiló al arco y venció al portero Iván Vázquez con un zurdazo. Serie resuelta, pero Sosa se animó a celebrar hasta que Sánchez también estremeció las redes con un fuerte disparo con la pierna izquierda. La revancha estaba consumada. Sí, el Necaxa vuelve por segunda vez. |