Agencia El Universal  La selección de Chile se coronó campeona de la Copa América Centenario, al vencer en tanda de penaltis a Argentina, luego de que en los 90 minutos de tiempo regular y 30 de extras, terminaran sin anotaciones. Duelo equilibrado, de entradas fuertes, por las que incluso ambas escuadras sufrieron una expulsión. Encuentro de 10 contra 10 que se alargó a tiempo extra gracias a las intervenciones de los arqueros, que hicieron lo propio para mantener el cero en el marcador durante 120 minutos. Llegaron los penaltis, vino la falla de Arturo Vidal al iniciar la serie de cobros por Chile, parecía que la balanza se inclinaba para la albiceleste, pero llegó Lionel Messi y voló su disparo. Lucas Biglia también falló y eso bastó para que Chile se alzara con el bicampeonato de la Copa América (4-2). Con la revalidación del título de La Roja, la edición del Centenario de la Copa América llegó a su fin; dejó una gran ganancia económica, pero muchas dudas en cuanto a nivel futbolístico. No cabe duda que en el nivel económico, la Copa fue un éxito, con la gran derrama dejada por el pueblo latino que habita en la Unión Americana en los 32 juegos y los hoteles de las 10 sedes. Tan sólo la ciudad de Pasadena, donde se desarrollaron los partidos Colombia-Paraguay y México-Venezuela, la ganancia fue de 30 millones de dólares. En la cuestión cancha, durante la primera fase hubo varios “favoritos” que decepcionaron comenzando por Brasil, la primera “mala” sorpresa de la Copa al quedar fuera de la “mano”, literalmente, de su derrota frente a Perú. Escándalo que se propagó con la mala decisión arbitral que utilizó la tecnología para poder remediar el error, lo que al final no se hizo. Uruguay también fue víctima del virus “sorpresa”. En cuartos, los estadounidenses rompieron quinielas al echar a Ecuador. El logro era más de lo que se esperaba del equipo de Klinsmann. Colombia, Argentina y sobre todo Chile con su goleada a México, volvieron las cosas a la normalidad, al pasar a semifinales y se enfilaron en busca de la gloria. Los albicelestes abusaron de los anfitriones, mientras que los andinos, los campeones reinantes, vencieron a los colombianos con lo justo. Las figuras en su mayoría brillaron por su ausencia. Luis Suárez no se pudo recuperar de la lesión que arrastraba desde Barcelona, y sólo acudió al torneo para realizar berrinches. James Rodríguez apenas dio algunas pinceladas de su talento en el andar colombiano, decepcionando al final. En la final, Arturo Vidal lució como un guerrero durante todo el partido en todas las partes del campo, siendo el alma del equipo chileno. Al final, en la ronda de los penaltis, falló el primero, levantándose Claudio Bravo como el gran héroe. Lionel Messi utilizó el torneo para volverse el máximo anotador en la historia de la selección de Argentina, al superar al legendario Gabriel Batistuta. A la hora de la verdad, en la serie de los penaltis, volvió a demostrar que es un gran jugador, el mejor del mundo, pero no puede compararse con los inmortales del balompié mundial. Chile se alzó como campeón de la Copa América Centenario, un torneo que se forjó para celebrar el campeonato de naciones más antiguo del mundo. El éxito económico estaba garantizado y cumplió con las expectativas... Y en el futbolístico, quedó a deber. |