Carlos ROCHA  Dos colosos de la lucha libre hicieron temblar la Arena Puebla en la noche de lunes: el Toro Blanco, Rush, se midió con Volador Jr, quien sigue con su racha tras haber descabellado al Negro Casas; sin embargo, Rush no dejó siquiera destacar a Volador en su presentación por el camino de la fama, pues lo recibió a tope y no le permitió ni calentar. La intensidad del Toro Blanco le valió su descalificación por parte del Tirantes en la primera caída; Rush sólo atinó a patear con enojo al réferi. En la segunda caída, el rudo continuó con ímpetu; basta decir que llegó a usar las cervezas del público de la primera fila como proyectiles en contra de Volador; y fue así que se llevó la segunda caída sin que el Jr pudiera meter las manos en todo ese lapso. Fue hasta el inicio de la tercera caída cuando Volador despertó y respondió con más técnica que intensidad; así, el Jr intentó vencer en varias ocasiones a Rush hasta que, de improviso, entró Pierroth y fauleó a Volador para dejarlo tendido en la lona, lo que Rush aprovechó para rendirlo ante la distracción del Tirantes, que no supo de dónde salió semejante ayuda para el exintegrante de los Ingobernables. Por su parte, la lucha semifinal fue un enfrentamiento internacional de alarido. En la esquina técnica y defendiendo la bandera de México estuvieron Místico, Stuka Jr y Johnny Idol, que tuvieron enfrente a los rudos recién desempacados de las islas asiáticas Tama Tonga y Tangaroa que estuvieron complementados por Rey Escorpión. El veneno negro sirvió de enlace para que luchadores extranjeros aprendieran el estilo mexicano; no obstante, la enseñanza fue aprovechada por Místico, quien con su tradicional llave se llevó a la lona a Escorpión. La lucha continuó hasta que Stuka Jr rindió al capitán extranjero Tama Tonga para concluir así la primera caída. En el segundo lapso, los extranjeros y Escorpión estuvieron más acertados y aplicaron la estrategia de rendir al capitán técnico; fue así que Místico término rendido en la lona, vapuleado por los dos luchadores de tierras lejanas. La caída decisiva fue una verdadera revancha; por una parte, el público gritaba “Místico, Místico”, pero en el centro del ring, los extranjeros lo hicieron quedar mal. Cuando parecía que los técnicos perdían la función con una llave de carreta en contra de Stuka, Místico voló desde la tercera cuerda para prensar con unas tijeras en el cuello al originario de Guaimas. Esta situación enojó a Rey Escorpión quien se levantó y arrancó por completo la máscara del príncipe de oro y plata; así, el réferi decretó el triunfo de la causa técnica por descalificación de los rudos. |