Escalar al mundo con viajes
Pese a que en las competencias tradicionales para las que se paraba quedaba entre los mejores tres, confesó que su verdadera pasión se encontraba en escalar sobre las rocas; no obstante, descubrió que a través del deporte logró conocer diversas partes, tanto de México como del mundo. Confesó que el motivo por el que tanto disfruta emprender viajes a diversas zonas naturales es porque el mayor de sus disfrutes se encuentra en la independencia con la que se debe contar para sobrevivir en mitad del bosque, donde buena parte del tiempo se mantiene incomunicado. El escalador enfatizó que los prolongados momentos de soledad, lo obligaron a aprender a disfrutar cada minuto con el que cuenta en su cotidianidad; por tal motivo, admitió que el encontrarse en sus viajes con otras personas que comparten su pasión, le resulta gratificante. "No se trata de superar la soledad, sino de encontrar a alguien igual que tú, pues siempre habrá alguien igual que tú; por ahora me la he pasado compitiendo sólo en montaña, entreno sólo para mis proyectos que tengo para la escalada en roca", agregó. Durante los casi ocho años dedicados a competir, en estos momentos, decidió que era oportuno retirarse temporalmente para enfocarse en disfrutar a su ritmo la experiencia de estar recluido en la naturaleza, a la par de desarrollar diversas experiencias que le permitirán convertirse en entrenador. Precisó que en su tiempo como escalador descubrió que en México el mejor lugar para practicar este deporte se encuentra en Monterrey, ya que este estado cuenta con montañas de todos los niveles; además, expresó que lo más memorable de sus salidas fue aprender a ser salvaje, por la obligación de mantenerse desconectado. El futuro: ser instructorLa adrenalina que desprendía su cuerpo en cada competencia le resultó adictiva; sin embargo, por ahora, planea recuperarse de lesiones que lo alejaron de las justas deportivas y disfruta de su faceta como entrenador con el fin de ilustrar a las nuevas generaciones de escaladores a seguir sus sueños.Carrillo aceptó que ser instructor resulta más complicado que ser atleta, debido al compromiso que significa formar a otras personas para estar en competencia, sumado a que las sensaciones son igual de intensas al ver escalar a un pupilo, mientras que la presión y responsabilidad también aumentan. Adelantó que no descarta volver a regresar a algún circuito competitivo por el placer de recordar lo que vivió cuando más joven, pero ahora se dedicará a formar a las nuevas generaciones de escaladores, puesto que año con año surgen rivales de mayor jerarquía, por lo que quiere enseñarles la manera de enfrentarlos. |