La actividad regresó al gimnasio "Enrique Taylor" de cara a la segunda vuelta de la División II de la Liga de la Asociación de Basquetbol Estudiantil (ABE) y Estrella Rumbo afronta su segundo semestre como maderista con la convicción de aportar al grupo de Tigres Blancos y de retribuir a la confianza que han depositado el coach Juan Pablo Bravo.

Durante el receso invernal, Estrella Rumbo regresó a Acapulco, Guerreo, su lugar de nacimiento. Ahí, junto a su familia, hizo un recuento de su primer semestre como estudiante de la Licenciatura en Derecho y jugadora del equipo de basquetbol de la Universidad Madero, representativo con el que participa en la Liga ABE. 

“en vacaciones regresé unos días a casa y fue muy emotivo reencontrarme con mi familia y amigos. Estar un tiempo allá luego de vivir durante algunos meses en Puebla me recargó de energía y me hizo pensar que voy por el camino correcto. En mi lugar de origen inicié en el basquetbol a los siete años de edad al jugar en canchas de diferentes lugares y entre ellas una que aprecio mucho y que se encuentra en la localidad de Tetitlán. En ese tiempo de receso reafirmé mi deseo de aportar a mi equipo para que podamos terminar la temporada como campeonas nacionales en la Liga ABE”.

El equipo maderista marcha primero de la zona centro-oriente con standing de 9-0, por lo que la confianza es sólida en el equipo que regresa a las duelas a finales de enero. 

“Ser novata en Liga ABE no es algo sencillo porque es un nivel muy fuerte y la exigencia es muy alta. Sin embargo, mi coach me ha apoyado en todo momento y además hay jugadoras de mucha experiencia que, lejos de presionarme, me han respaldado con consejos y buenos comentarios. Recuerdo un partido ante La Salle Neza en el que, tras confundirme por un momento en el sistema que estábamos jugando, compañeras de experiencia como Brenda Bustamante, Rachel Ortiz y Fabiola Estrada me apoyaron y eso me dio confianza para levantarme, mejorar y jugar con la concentración que suelo tener”.