México ha ganado 15 medallas olímpicas en clavados, consolidando a esta disciplina como una de las más exitosas
Ningún otro deporte ha entregado tantas preseas olímpicas a México como los clavados. Entre plataforma y trampolín, en pruebas individuales y sincronizadas, esta disciplina ha sido históricamente una de las más confiables en el medallero nacional. Seis nombres destacan en esa historia. El primero es Joaquín Capilla, cuatro veces medallista olímpico y hasta ahora el único mexicano con oro en clavados. Sus logros en la plataforma de 10 metros marcaron el inicio de una tradición que sigue vigente. Paola Espinosa también forma parte de ese legado. Con dos medallas olímpicas, fue además la primera mexicana en conseguir una presea dorada en Campeonatos Mundiales de Natación. Alejandra Orozco sorprendió en Londres 2012 al convertirse, con 15 años, en la mexicana más joven en subir al podio olímpico. Ocho años después, en Tokio 2020, repitió la hazaña junto a Gabriela Agúndez. Otro nombre clave es Germán Sánchez, quien obtuvo medalla de plata en Londres 2012 en clavados sincronizados y volvió a lograrlo en Río 2016, esta vez en la prueba individual. Más reciente es el caso de Osmar Olvera, doble medallista en París 2024 desde el trampolín de tres metros, tanto en individual como en sincronizados. México llevaba cuatro décadas sin ver a una persona deportista subir dos veces al podio en una misma edición olímpica. Por último, Fernando Platas, uno de los referentes más constantes de la disciplina: plata en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000 y subcampeón mundial. Su influencia va más allá de los resultados: ha sido un modelo para nuevas generaciones y actualmente preside la nueva Federación Mexicana de Clavados y el holding de la natación. México ha ganado 15 medallas olímpicas en clavados, consolidando a esta disciplina como una de las más exitosas en la historia del deporte nacional.
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