Puebla tiene 114 mil afrodescendientes

En los años noventa, las comunidades afrodescendientes reconocieron sus identidades, declarando la discriminación que habían vivido durante años.

 Afrodescendientes en Puebla
Fredy Angón Afrodescendientes en Puebla

El 25 de julio se conmemora el Día Internacional de la Mujer Afrodescendiente, fecha que marca el primer encuentro de mujeres afrolatinas, afrocaribeñas y de la diáspora en 1992. Este encuentro representó un avance significativo en materia de equidad y derechos humanos, además de reconocer la importancia de las mujeres afrodescendientes en temas políticos, económicos y de salud en América Latina.

Según datos de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica, en 2023, el 2.4% de la población del país es afrodescendiente.

Puebla se encuentra entre los diez primeros estados con población afrodescendiente en el país. El 1.7% de la población en Puebla se identifica como tal, lo que representa a 113,945 poblanos y poblanas afrodescendientes, quienes se encuentran asentados en distintas regiones.

Datos de ENDID, INEGI. Colaboración de: Mónica Barragán Bonilla. Instituto Poblano de Pueblos Indígenas. Imagen: Freddy Angón
Datos de ENDID, INEGI. Colaboración de: Mónica Barragán Bonilla. Instituto Poblano de Pueblos Indígenas. Imagen: Freddy Angón

En el caso de Puebla, se han realizado varios estudios y esfuerzos por reconocer a la población afrodescendiente debido a la discriminación y desigualdad a las que se enfrentan las personas pertenecientes a esta etnia.

En El Popular, periodismo con causa, entrevistamos a la maestra en estudios sociales, Mónica Alejandra Barragán Bonilla, quien actualmente se desempeña como investigadora en el Instituto Poblano de Pueblos Indígenas, en el proyecto: "Población Afromexicana", cuyo objetivo es realizar un diagnóstico exploratorio para identificar las condiciones y la dinámica sociales de las poblaciones afromexicanas en Puebla.

“En el Instituto Poblano de Pueblos Indígenas se busca integrar a las comunidades indígenas y afrodescendientes desde el reconocimiento en los marcos jurídicos, organismos internacionales, nacionales y estatales para que las poblaciones tengan un desarrollo integral y derechos humanos”, nos comentó.

¿Por qué afrodescendientes?

El término "afrodescendiente" fue propuesto por la investigadora brasileña Sueli Carneiro en 1996. Este término se refiere a los descendientes de las poblaciones africanas que fueron víctimas de la esclavización transatlántica. En México, este término ha sido adoptado por instituciones, grupos y colectivos de personas con ascendencia africana para reconocer a sus antepasados.

“Las investigaciones sobre las personas afrodescendientes nos ayudan a entender sus formas de organización, cultura, comunidad y cosmovisión, para así generar mejores políticas públicas y de integración”, explica la investigadora.

En el caso del término "afrodescendiente", las personas deben reconocer esta asignación, es decir, para contar a una persona como afrodescendiente, esta tiene que autoadscribirse como tal.

Sobre esto, la maestra Mónica Barragán comentó que uno podría pensar que una persona con ciertos rasgos fenotípicos es afrodescendiente, pero no siempre es así. Existen personas con ciertos rasgos que no se identifican como afrodescendientes debido a que no comparten las características históricas y culturales que les otorgan esa identidad.

“Ser afrodescendiente implica el ejercicio de reconocerse y que la persona lo pueda aceptar; algunos no lo aceptan porque piensan que van a ser objeto de discriminación”.

Reconocimiento, discriminación y desigualdad

Las personas afrodescendientes en México sufren constante discriminación debido a la falta de una cultura sobre la diversidad y al constante enfrentamiento con el nulo reconocimiento de estas identidades. Según la Encuesta Nacional de Discriminación (ENADIS) de 2022, el 54% de las personas afrodescendientes de 12 años y más en México afirma que la mayoría de las personas los considera extranjeros, y el 34.5% comentó que la mayoría de las personas los considera buenos para los trabajos físicos.

“Muchas personas se sienten discriminadas por cómo se ven; incluso muchos llegan a pensar que son extranjeros o les dicen que no son mexicanos, o consideran que solo son buenos para ciertos trabajos. Ahí entra en juego el prejuicio”.

Asimismo, la ENADIS estima que el 37.2% de las mujeres afrodescendientes se han sentido discriminadas por reconocerse como tal, y un 29.85% de los hombres afrodescendientes se han sentido discriminados por esta misma razón.

La investigadora explica que es muy importante la inclusión en censos de población y vivienda para identificar a las personas que se identifican como afrodescendientes. Aunque esto solo sea un estudio cuantitativo, es decir, de cuántos afrodescendientes hay en Puebla, se debe profundizar en qué hacer con esos datos.

Historia afrodescendiente en Puebla

En Puebla, gran parte de la población afrodescendiente se asentó en el centro histórico durante la colonia, en los barrios del Alto, la Cruz, Analco, San José y San Sebastián. Las personas afrodescendientes eran traídas a Puebla para ejercer trabajos en el campo y algunos oficios, como personas esclavizadas.

No fue hasta la Revolución Mexicana, con la creación de un estado nación reestructurado, que se realizaron los primeros estudios de las poblaciones afrodescendientes y personas indígenas en el estado.

La maestra Mónica Barragán comenta que históricamente se ha negado la identidad de las personas de comunidades afrodescendientes, porque la identidad mexicana se asocia al mestizaje, indígena más español, dejando de lado lo negro como si fuera algo que no existe en la historia de México.

Durante la década de los noventa, las comunidades afrodescendientes reconocieron sus identidades, declarando la discriminación que habían vivido durante años.

Hasta 2020, el censo de población realizado por el INEGI hizo un ejercicio para recabar información sobre las personas afrodescendientes, en el cual se reconocía que esta categoría implica más que las características fenotípicas. La investigadora explica que, en este proceso de negación histórica y social, es difícil identificar o rastrear a las personas afrodescendientes y sus raíces. Recomienda que las instituciones sean muy respetuosas con las investigaciones realizadas y no tengan prejuicios sobre estas identidades