El vocalista de Queen se convirtió en símbolo gay tardíamente, porque en vida nunca hizo alarde de su homosexualidad ni defendió ninguna causa de la comunidad LGBT.
Luego de 34 años de su muerte, resuena el nombre de Freddie Mercury y la banda Queen, y no es que Bohemian Rhapsody lo haya resucitado; se trata más bien de los nuevos cuestionamientos: ¿Es en realidad un ícono gay? ¿Por qué nunca salió del clóset públicamente? ¿Hizo algo por la comunidad LGBT? ¿Por qué silenció tanto tiempo el sida, que lo condujo a la muerte? De acuerdo con especialistas, el vocalista de Queen se convirtió en símbolo gay tardíamente, porque en vida nunca hizo alarde de su homosexualidad ni se echó sobre los hombros ninguna causa de la comunidad LGBT.
Un informe publicado en 2016 por la revista Logopedics Phoniatrics Vocology destacó que el cantante británico era capaz de ampliar su rango vocal a cuatro octavas, ya que su voz no emanaba de sus cuerdas vocales, sino de sus cuerdas ventriculares, algo que ocurre únicamente en ciertas etnias eslavas y siberianas. Su fisiología, como la forma en que estaban acomodados sus dientes y su gran mandíbula, también contribuyó a que su voz tuviera una mayor potencia. Sin embargo, en relación con su homosexualidad, nunca se le pudo comprobar nada. Pero sobre el escenario, sus actuaciones fastuosas y eróticas con vestuario de fantasía insinuaban que sí podría ser un ícono para la comunidad, según el crítico cinematográfico de Vanity Fair, Juan Sanguino. Su negativa a salir del clóset públicamente impidió que se le considerara un ícono gay, al grado de que ni siquiera su amigo y guitarrista de Queen, Brian May —con quien compartió hoteles y camerinos durante más de 20 años— conoció a profundidad sus preferencias sexuales. Tampoco lo supo su novia Mary Austin —la enigmática heredera de su fortuna—, quien recuerda al cantante por los conflictos que tenía en torno a su orientación sexual. En Freddie Mercury: la biografía definitiva (1997), el fotógrafo Mick Rock cuenta que una noche en The Anvil, Freddie se fijó por primera vez en uno de los integrantes de Village People, el grupo paródico de los 70 que homosexualizó los estereotipos machistas estadounidenses: el vaquero, el policía, el motociclista, el obrero, el nativo americano y el soldado. “Freddie quedó hipnotizado: nunca volvió a ser el mismo. Esa noche fue su inspiración para el look que adoptaría años después”. El sociólogo y experto en estudios culturales del INBA, Jesús Nieto, dice que en los 80, I Want to Break Free fue un himno de liberación sexual, sobre todo porque en ese momento la comunidad homosexual era dual: lésbico-gay. Sin embargo, la canción ha adoptado otro sentido, debido a que en las últimas décadas la comunidad ha incorporado más formas de vivir la sexualidad, como el transexualismo, el travestismo o la intersexualidad.
Así que, antes que un ídolo gay, Mercury fue un ídolo de masas. “Igual que John Lennon, fue un mártir. Ha significado diferentes cosas en cada época. Hoy estamos valorando al Freddie más humano, porque los mensajes culturales no son estables: se modifican con el tiempo”, concluye Salvador Mendiola.
|