Hombre si te dices hombre… ¿Sabes qué son los micromachismos?
El país tiene una identidad masculina muy marcada, que señala que tienen que pensar, decir y hacer para ser “un verdadero hombre”.
Este tema no es nada nuevo, y eso es grave: la violencia contra las mujeres y las conductas machistas son frecuentes dentro de nuestra sociedad y no dependen de un sector económico o nivel educativo. El país tiene una identidad masculina muy marcada, que señala que tienen que pensar, decir y hacer para ser hombres. La figura del macho es un estereotipo recurrente en el hombre mexicano. Para el psicólogo Miguel Ángel Ruiz de Jesús, con diplomado en educación sexual en la Amssac, el machismo son todas las conductas, frases y actitudes que consideran al hombre como superior dentro de una estatura de relación de poder. “Los micromachismo tienen que ver con comportamientos más sutiles y que tienen un impacto a la larga. Son actitudes y situaciones tan normalizadas por los hombres y por la sociedad que pasan desapercibidas en el día a día.” Explicó que ambos conceptos tienen las mismas características: son estrategias que se ejercen para mantenerse en una estructura de poder y recibir beneficios por parte de las mujeres. Señaló que para identificar los micromachismos se requiere un trabajo personal y grupal, sobre todo los hombres, para determinar las actitudes, frases o conductas violentas que se efectúan en lo cotidiano. “Creo que algo que nos toca como hombres, para cambiar la situación, es decirle al otro o señalarle cuando ejerza violencia contra la mujer, asumiendo la responsabilidad de hacerlo, porque evidenciarlo muchas veces termina siendo una especia de traición entre hombres”. El también docente invitó a las mujeres a identificar si existen micromachismos en su entorno social, sentimental, laboral o escolar, pues pasan desapercibidos en muchas ocasiones. Conocerlos ayudará a evitarlos, generar herramientas para contrarrestarlos o pedir ayuda en caso de ser necesario. “A veces, el usar el término micro da pauta para minimizar estas situaciones, pero a la larga pueden generar un desgaste o derivar en violencia física o sexual.” Pidió a la sociedad no coludirse cuando se sea testigo de estas actitudes, no importando si es un familiar, amigo o compañero de trabajo, pues no dejan de ser violencia y sólo tomando conciencia de ella se puede generar un cambio y se dejará de dañar a otra persona.
¿Te suena familiar? Ruiz de Jesús enlistó algunas frases que se ocupan en varios contextos y círculos sociales que ejercen violencia cuando una mujer confronta alguna incoherencia en el discurso de algún hombre.
Resaltó que otra forma de violencia es cuando los hombres no apoyan a las mujeres de su entorno con labores domésticas, porque asumen que las mujeres nacen con esos conocimientos, cuando no se quieren responsabilizar al respecto y mucho menos aprender. Añadió que si se quiere un cambio verdadero, los interesados pueden acercarse a grupos de apoyo, psicólogos y psicólogas, que tengan conocimiento en violencia de género y perspectiva de género. “Debe ser un compromiso personal. Saber que está en nuestras manos generar bienestar para uno mismo y para las personas que nos rodean y con las que convivimos,” concluyó.
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