El agua es un recurso sumamente importante. La supervivencia de los seres humanos depende directamente de la disponibilidad de agua. Desafortunadamente, hoy existe una crisis en torno a la contaminación de este recurso, que ha dejado a millones de personas con un grave problema de escasez.

Una sola gota de aceite puede contaminar un litro de agua. El mal manejo de la industria de ganado y sus respectivos desechos también contamina el agua, la basura que se tira en ríos o canales, así como las empresas que emiten gran cantidad de contaminantes, afectan la calidad del agua.

Los consejos básicos para evitar la contaminación del agua ya son bien conocidos, por ejemplo, no desechar aceites de cocina o de auto directamente en las cañerías, no tirar basura en las calles, por supuesto, ahorrar la mayor cantidad energía y de agua que se pueda y contar con contenedores que mantengan el agua en buen estado hasta su uso.

Sin embargo, poco se toma en cuenta a las aguas residuales y se hace el mínimo para reducir este problema.

Solución inteligente, moderna y de gran impacto

El agua normalmente es tratada en plantas que tienen una gran cantidad de tanques con bastante capacidad, en cada uno de ellos se realiza un proceso diferente antes de pasar al siguiente, donde recibirá otro tratamiento. Al final de todo el proceso, el agua queda libre de agentes contaminantes y puede ser utilizada para riego o para algunas actividades de limpieza.

Estas plantas realizan el tratamiento de millones de litros de agua, afortunadamente este proceso se ha podido replicar a un nivel menor con las plantas de tratamiento para aguas residuales.

Este sistema está pensado principalmente para zonas rurales que toman el agua directamente de su fuente natural y, al momento de retornarla, quieran hacerlo de la manera que menos impacto genere en la naturaleza.

Las plantas de tratamiento para aguas residuales de las que hablamos son sistemas sustentables que permiten un correcto saneamiento y preservación del medio ambiente.

Su función principal radica en remover los contaminantes físicos y biológicos presentes en las aguas residuales, mejorando su calidad para la reutilización o para ser descargada en un cuerpo de agua sin alterar gravemente su equilibrio ecológico.

Este sistema consta de tanques de polietileno reforzado de alta densidad HDPE bajo especificaciones ASTM, lo que los hace adecuados para contener aguas residuales, el proceso de tratamiento se realiza por módulos de diversas unidades especializadas que se pueden intercambiar a conveniencia para mejorar la eficiencia y a las necesidades específicas.

Esta planta de tratamiento de aguas residuales reproduce el sistema que se utiliza a gran escala por procesos aerobios y anóxicos, así se elimina la materia orgánica contaminante y también los gases de nitrógeno amoniacal.

Se opera mediante reactores por etapas, tiene un bajo costo de inversión y operación, por m3 de agua tratada y están regulados por la normatividad oficial mexicana vigente en la materia.

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