La cirujana madrileña Cristina Marín Campos recibió este
domingo en Alemania el Premio Dresde de
la Paz por impulsar la iniciativa viral de las cartas de apoyo a los
pacientes de covid, que tuvo repercusión global y ayudó a miles de contagiados
a combatir la soledad del aislamiento.
La médica, de 33 años, recibió el
galardón en un acto en la icónica ópera Semper de Dresde (este de Alemania)
por el que se reconoce su labor humanitaria en particular, pero también el
esfuerzo de todo el personal sanitario en todo el mundo durante la pandemia.
En una entrevista con Efe, Marín asegura sentirse
"superemocionada" y "muy honrada" por el premio, y
reconoce que ha sido algo "totalmente inesperado" y
"chocante" porque ha habido muchos compañeros sanitarios que han
tenido "más contacto" con el virus.
De hecho, considera que no se lo otorgan a ella "como persona" sino como "cara que representa al
colectivo sanitario" y que también reconoce la respuesta solidaria de
esa "masa anónima" que escribe.
"Si uno pudiera leer todos los
mensajes, le devuelven la fe en la humanidad", asegura esta cirujana,
que filtra a diario los mensajes que le siguen llegando, los imprime y los
reparte por los distintos departamentos de su centro de trabajo, el Hospital
Universitario de La Princesa de Madrid.
"Esta iniciativa de las cartas
permite a la población general ayudar a curarse a los pacientes con covid que
están en soledad", explica Marín, que asegura que ocuparse de repartir
"mensajes tan generosos", "a fondo perdido y de todo
corazón", le supone una gran "motivación".
"Lo mínimo que se puede hacer es
vehiculizar estos mensajes. No lo veo como un trabajo extra", dice la
cirujana, que dedica "dos o tres horas al día" a procesar las cartas.
Tras el horror de la primera ola, con el hospital "en situación de
medicina de guerra", según Marín, la
situación ha mejorado "muchísimo", de unos 600 ingresados por
covid a apenas unas decenas. "Celebro los días en que no tengo que
repartir cartas en la uci", asegura.
"La población general parece una masa silenciosa y anónima, pero a la vez es ejemplo de fortaleza y valores",
opina.
Origen fortuito
La iniciativa surgió de forma fortuita,
relata Marín. El 17 de marzo de 2020, en lo peor de la primera ola en
España, la cirujana mandó su habitual mensaje al grupo familiar de WhatsApp
contando cómo se encontraba.
Pero en esta ocasión hizo algo más. Pidió
a sus familiares que le mandasen "mensajes de apoyo para repartir entre
los pacientes". "Ellos corrieron la voz por otros grupos, entre
amigos y padres conocidos" y la petición se viralizó.
"En las primeras 24 horas recibí en
mi correo electrónico personal 35 mil mensajes", recuerda Marín.
A las pocas horas empezaron a
contactarle medios de comunicación y la iniciativa saltaba fronteras y
empezaba a reproducirse en otros países: su nombre acabó apareciendo en una
lista de "héroes de la pandemia" del canal de noticias internacional
"Al Jazeera".
"Afortunadamente para mí, no he sido consciente de la repercusión de la
iniciativa. En todo momento me he
mantenido anónima. Sólo se difundió mi cara y un pequeño vídeo a través del
gabinete del prensa del hospital para desmentir los rumores de que la petición
tenía trampa", explica.
Fue precisamente a través de "Al Jazeera" que la fundación Klaus
Tschira, promotora de los premios Dresde de la Paz, conoció la iniciativa de las cartas y decidió reconocer a su promotora.
La gerente de la fundación, Beate
Spiegel, resalta en un comunicado el papel que puede tener en momentos
críticos un sólo individuo comprometido en "la cohesión de la
sociedad".
"Junto a la investigación científica y la labor médica es también la compasión humana un factor esencial de
la recuperación", agrega Spiegel, que resalta el "ejemplo para
todos" que supone la iniciativa de esta madrileña: "El premio es
también una expresión de la solidaridad europea en la crisis del
coronavirus".
Marín tiene previsto donar a una ONG los
10 mil euros de dotación del Premio Dresde de la Paz, un galardón que en
los últimos años han recibido, entre otros, el exdirigente de la URSS, Mijaíl
Gorbachov, el duque de Kent y el director de orquesta y multiinstrumentista
argentino-israelí Daniel Baremboim. |