Decenas de invitados se postraron afuera de la puerta de la Catedral de Puebla, a la espera de Elizabeth Viveros Pérez, quien de un bello automóvil, bajó. Tomada del brazo de su padre se dirigió hacia el altar, en donde Juan Carlos Flores Tamayo la esperaba con ojos de amor para hacer por fin su sueño realidad. Con la presencia de familiares y amigos, quienes fungieron como testigos de esta unión, se selló con un beso el compromiso de amor eterno. Al término de la ceremonia los novios ofrecieron un banquete para festejar su compromiso, el cual se llevó a cabo en un distinguido salón social en donde todos pasaron una maravillosa velada. Enhorabuena y ¡muchas felicidades! [gallery ids="66989,66990,66991,66992,66993,66994,66995,66996,66997"]