Una de las señales de la llegada de la primavera es que florecen las jacarandas, ese árbol sudamericano que llegó a México gracias al inmigrante Tatsugoro Matsumoto, quien tuvo la tarea de cosechar una flor tan bella como los cerezos y colocarla para adornar los jardines, parques y avenidas principales de nuestro país, así como lo hicieron los cerezos en New York.

A decir de Dafne Saavedra, bióloga encargada del departamento de botánica del jardín etnobotánico de Cholula, las condiciones para que puedan crecer estos árboles son: buena tierra, clima templado y lluvia, cosas que se tienen por excelencia en Puebla.

Los árboles de jacaranda pueden llegan a medir hasta 30 metros de altura; éstos últimos tienen fuertes y largas raíces, por lo que se recomienda evitar sembrarlos cerca de tuberías o banquetas. "Si quieren tener en casa les sugiero sembrarlas en una maceta ya que crecen lentamente, y una vez medianos los trasplanten al suelo, pero sólo en época de primavera. Será crucial regar el árbol todos los días durante las dos primeras semanas y posteriormente cuidarlo hasta que crezca en plenitud," recomienda Dafne Saavedra.

"Un árbol de jacaranda es caducifolio; es decir, primero reverdece y nacen sus hojas, las cuales caen para dar paso a las flores, que adornan las copas de los árboles, cuya forma es de cono invertido, el cual además de hermoso por su color azul violáceo sirve de sombra y evita que sintamos el efecto 'isla de calor´ es decir, el calor que surge por el exceso de asfalto o cemento y que los humanos y animales percibimos desde los zapatos. Por ello, cuando caminas bajo las jacarandas no sientes ese vapor y además sus ramas nos protegen de los rayos directos del sol, nos explicó la experta en botánica.

La jacaranda absorbe el carbono y nos brinda oxígeno, algo vital para el ser humano. Además sus hojas y madera tiene un valor medicinal: algunas personas las usaban para aliviar la disentería generada por amibas, y además tiene propiedades antibacterianas y antisépticas.

La madera es muy bonita, por lo que es usada para elaborar muebles y algunos aprecian su color rosa palo y su fragancia. En resumen la jacaranda es un árbol hermoso, tanto que ha inspirado a poetas y escritores, quienes la asocian con la plenitud de la vida y la felicidad.