Tips para independizarte

¡Que comience la aventura!

Todos tenemos una voz interna cuando es necesario empezar a emprender un camino hacia la independencia. Aunque las responsabilidades serán muchas y las tenemos bien contempladas, en ocasiones se hacen más grandes de lo que en realidad son. Por este motivo escribimos algunos consejos para que puedas empezar a idear un plan para llevar a cabo este gran paso.

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Habla claramente con tus padres

Debes de realizar las cosas de la forma adecuada, sin hacerlo por un impulso, sin peleas o dejando remordimiento en tu hogar. Es necesario que si tienes la buena intención de desarrollarte como ciudadano; hables con las personas que durante años te cuidaron.

Asume la responsabilidad

Sabemos que es un paso complicado, pero no imposible; por esta razón debes tener claras tus metas y el porqué de este camino. Así que te aconsejamos que seas firme con tus decisiones en tu casa; debes ir con la idea de que no vas a regresar y no pensando con el típico "a ver qué pasa".

Saber negociar

En ocasiones la forma más fácil de salir de casa es irte a vivir con algún amigo, roommate o pareja y es necesario distribuir o repartir las tareas de la casa, así como definir las reglas para que ambos se sientan cómodos y no entren en conflicto.

Asegúrate de tener los medios para independizarte

Para que no tengas que volver a la casa de tus padres si algo sale mal, debes plantearte cuál será el tiempo que estarás sin trabajar y cuánto será lo que gastarás en ese periodo, para poder ahorrar, sin gastar en cosas que no necesitas.

Institución financiera

Si ya estás laborando, empieza por ahorrar lo que te sobra, pero no debajo del colchón, que es poco seguro, ya que te lo gastarás con el paso del tiempo. Así que pide referencias de un banco para ayudarte a empezar a planear tus gastos con base en la cantidad que te sobra. Considera empezar con un 10 por ciento de tus ingresos e ir subiendo el porcentaje cada cierto periodo.

Fondos de emergencias

Debes preparar dos de ellos, uno alrededor de 20 mil pesos, el cual te ayudará a afrontar las emergencias inmediatas; y el segundo tiene que constituir entre tres y seis meses de tu sueldo, con lo que podrás afrontar una enfermedad medianamente grave o un despido.