Graffiti es vida; hazlo con pasión: Foster

El arte visual callejero es realizado en superficies amplias de espacios urbanos

Graffiti es vida; hazlo con pasión: Foster
Mitzi PULIDO | En la actualidad tiene una tienda cerca del zócalo de la capital Graffiti es vida; hazlo con pasión: Foster

El arte visual callejero es realizado en superficies amplias de espacios urbanos. Es considerado como una vía de protesta. Por esta razón se lleva a cabo en paredes elevadas o visibles, para exponer el punto de vista del autor y que griten lo que éste piensa.

Así fue como el artista urbano Israel Jiménez Andrade, mejor conocido por su tag o nombre artístico: Foster, descubrió en 2001 el primer muro donde conoció los graffiti. Fue entonces que en su colonia le dieron permiso para poder pintar, y ahora lo define como el proyecto que sería el más importante que ha realizado en su carrera, porque gracias a él tiene todo lo que ahora ha construido.

Él es originario de Puebla y desde 2004 empezó a practicar el arte urbano, reconociendo que ha sido un camino largo, de muchos obstáculos y al mismo tiempo mucha satisfacción, por hacer lo que le gusta. Reconoce que su mayor inspiración para pintar es su familia, más allá de los artistas que influyen en su arte.

Mencionó que dentro de esta pasión existen muchos sacrificios durante el proceso. Por esta razón, Israel se identifica como "un salmón, que va luchando en contra de la sociedad, de hacer algo que está mal visto, pero que al final trae frutos". Más allá de obtener dinero, que para él no es lo esencial, lo verdaderamente importante es estar feliz haciendo lo que le gusta.

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Comentó que el reto más difícil de su carrera ha sido tratar de vivir de los graffiti, de invertir todo su tiempo y dedicación haciéndolo, puesto que él menciona que no todos se pueden dar el lujo de vivir de lo que les gusta. Pero hoy puede decir que todo su tiempo, así como trabajo, es vivir de esto, por lo que vende productos de graffiti, dicta conferencias y sigue pintando.

Para pintar, él define su técnica como "un estruendo de colores" por ser amante de ellos, puesto que juega con muchos retomando lo académico para respetar la anatomía y las formas, pero lo que no le puede faltar a un graffito de Foster es el color.

En la actualidad tiene una tienda cerca del zócalo de la capital, donde se le puede encontrar muy feliz prestando atención a sus clientes en todo momento para recomendarles los mejores productos, explicando cada una de sus características, demostrando su conocimiento. Y su mayor éxito es que ha podido ser feliz consigo mismo. Independientemente de si pinta o no, él considera que estar satisfecho en todo sentido es lo más bonito en la vida.

Piensa que para las personas a quienes les interesan estas composiciones, es importante que sepan que cuando lo haces con pasión y dedicación, lo puedes lograr. Agregó que el graffito a nivel nacional ha sido etiquetado como algo malo, ligado a la delincuencia o la drogadicción. Sin embargo, toda persona puede hacerlo, sólo es cuestión de proponértelo y lograrlo.