¡No dejes que la edad se note! Que tu piel hable bien de ti

Aquí te dejamos algunos consejos para que logres ese rostro de diez

Todos queremos una dermis impecable, pero pocas de nosotras nos cuidamos como debería ser, por cuestiones de trabajo y muchas otras situaciones que nos hacen dejar en segundo plano a nuestro cuerpo. Por eso es importante empezar a lograr nuestras metas, y aquí te dejamos algunos consejos para que logres ese rostro de diez.

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Protege tu piel
No te expongas demasiado tiempo al sol, ya que acelera el proceso de envejecimiento cutáneo, el cual hace aparecer las arrugas. Te recomendamos que adquieras cremas con filtro solar y no olvides proteger tu rostro con gafas solares, junto con un sombrero.
Bronceado artificial
Evita arriesgarte a estos tratamientos para tener una piel dorada, pues tienen muchas desventajas. Mejor prueba los bronceadores cosméticos o algunas cremas que autobroncean, ya que tienen resultados espectaculares.
Abandona el tabaco
Además de hacerle daño a tus pulmones y corazón, es horrible para tu piel, por las toxinas que contiene el humo del cigarrillo causando daños en el rostro, ya que se ha demostrado que el tabaco hace que se arrugue antes, y lo más importante: te hace propensa al cáncer de piel.
Cambios de peso
Hacer de estos cambios un proceso rápido, hará que presentes transformaciones drásticas en tu cuerpo, con posible efecto yo-yo en caso de que utilices dietas extremas, pues éstas ocasionan que se encoja y estire tu piel y con la edad perdemos elasticidad y no podrás recuperarte cada nuevo cambio.
Bebe agua
Ésta es vital para mantener el cuerpo y piel hidratados, por lo que recomiendan tomar al menos dos litros al día, en especial fuera de las comidas, para asegurar que se eliminen las indeseables toxinas. Sin esa cantidad tu piel se deshidratará como una uva cuando está por convertirse en pasa.
Come bien

Una alimentación saludable será el reflejo de una piel sana; ésta debe de ser equilibrada y variada para que sea buena para tu organismo. Por la mañana te recomendamos hidratos de carbono, al igual que por la tarde como fuente de energía para un rendimiento óptimo, con proteínas por la noche para reconstruir las células y los órganos, incluida la piel, por el desgaste durante el día.