Sidra natural

Es una bebida elaborada a partir de la fermentación del jugo de manzanas, como también de otros frutos. Es de baja graduación, entre 3 y 13 grados, dependiendo de su lugar de fabricación. En algunas ocasiones puede tener aportaciones de azúcares y/o gas artificial. Es la bebida por excelencia en México. La sidra natural proporciona un sabor amplio y equilibrado que busca la sintonía entre lo dulce, lo ácido y lo amargo.

Sidra dulce

Este tipo no tiene alcohol, debido a que la manzana sólo es “exprimida” y no tiene ningún proceso de fermentación. Se recomienda principalmente para maridar pescados, mariscos y quesos. Ésta es ideal para los niños; puedes empezar a optar por una botellas para incluir a los más pequeños a hacer sus propósitos, sin la necesidad de darles una sola gota de alcohol.

Sidra espumosa

Podría considerarse esta bebida como prima carnal del champagne, el cava o los vinos espumosos. Esto es así por su forma de elaborarse, porque sin duda la sidra espumosa tiene personalidad propia. Se caracteriza por presentar abundante espuma en el momento de ser servida y consumida.

Sidra de hielo

Es todavía una sidra no conocida. Las temperaturas muy bajas son indispensables para obtener una concentración de azúcares necesaria para su elaboración. La sidra de hielo se obtiene a través de la fermentación alcohólica del zumo de las manzanas heladas que han sido prensadas, o del jugo helado por enfriamiento natural.

Sidra de mesa

También conocida como “de nueva expresión”, en la que la calidad y personalidad se ofrecen sin necesidad de escanciarla, con la limpieza y brillantez de una bebida noble, verdadero vino de manzana elaborado con variedades autóctonas seleccionadas. Es de gustos frutales, bien dotada de acidez, con una explosión refrescante en la boca gracias al ligero carbónico natural, profundos aromas de manzana, en un marco balsámico de notas tostada, y vivo sabor agridulce.