El sodio es necesario para el organismo; sin embargo, en la actualidad consumirlo en exceso tiene graves consecuencias que van más allá de la hipertensión arterial. Hoy te exponemos más de una razón para controlar su ingesta, aprovechando los propósitos de año nuevo.

Abusar de él puede desencadenar desde hipertensión arterial hasta problemas cardiovasculares, por su efecto vasoconstrictor y sobre todo por la retención de líquidos. Antes que nada, tenemos que desmentir un mito: el sodio y la sal no son lo mismo.

Existen muchos tipos de sal: la de mesa, la yodatada y la marina. Esta última es más sana, ya que no pasa por tantos procesos químicos como las otras. La sal se compone por 40 por ciento sodio y el resto es cloruro, entonces podríamos decir que la sal es cloruro de sodio.

El sodio, por su parte, es un elemento químico que regula la presión arterial. El huevo, el queso, la leche y la carne roja contienen altas cantidades de sodio.