Considerado el más antiguo de México y que está por conmemorar sus 152 años de historia para hacerle honor a Tláloc, deidad de la lluvia para el pueblo mexica, el Carnaval de Huejotzingo tiene gran valor histórico y del cual puedes disfrutar con todo su colorido, la algarabía y los trajes artesanales.

Esta fiesta dura cuatro días y durante su duración relata los hechos históricos que, en algún momento, ocurrieron ahí mismo. Se puedes aprecian las danzas típicas, los trajes llenos de colores y simbólicos.

Cerca de 20 mil personas se disfrazan con túnicas, mascadas, gaznés, escudos, tocados de pluma y fusiles para hacer referencia a diversos episodios de la historia de Huejotzingo. Los atuendos, de pies a cabeza, son elaborados por ellos mismos y llevan varios meses de proceso. Durante su espectáculo simulan lo que fue la Batalla del 5 de Mayo, cuando el ejército francés fue derrotado por el pueblo mexicano.

Matrimonio indígena

La representación de un matrimonio indígena, que se remonta al primer casamiento bajo el peso de la ley católica, relata sobre un hombre llamado Calixto, según fray Toribio de Benavente, quien igual fue nombrado como Motolinía por la raza indígena. Este acto se puede encontrar en el libro Memoriales o libros de las cosas de la Nueva España.

Para comer

Después de todas las actividades que tiene preparado el carnaval de Huejotzingo, hay un restaurante que abrió sus puertas desde 1989, ubicado en la plazuela de San Francisco, que te ofrece desde un sabroso mole poblano, chiles en nogada —durante la temporada de este platillo—, mixiotes de carnero y hasta una gran variedad de mariscos frescos.

Los diferentes puestos que hay a lo largo de las calles donde se lleva a cabo el carnaval mítico, ofrecen otra clase de antojitos: mole poblano, tlacoyos de haba negra, quesadillas de flor de calabaza, barbacoa, cemitas poblanas y un rico y almendrado pipián. Además de esto, Huejotzingo se caracteriza por sus sidras, conservas de frutas, ates, jamoncillos, alegrías y dulces de calabaza.