Por lo regular procuramos cuidarnos a nivel mental, ya sea yendo al psicólogo o tomando clases de meditación; o físico, por lo que procuramos hacer ejercicio y cuidar la alimentación, pero olvidamos partes y funciones que son de suma importancia, como la voz.

Muchas personas tienen trabajos que las obligan a hablar por varias horas seguidas, en ocasiones elevando el tono, como por ejemplo los profesores de colegio, locutores o actores, y son quienes deberían poner más atención ante algún deterioro.

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Sin embargo, todas las personas deberían preocuparse de cuidar esta herramienta tan valiosa que poseemos para comunicarnos los unos con los otros.

Si la ronquera, picazón o dolor son ocasionales y desaparecen de un día para otro, no es señal de alarma; pero de continuar, es importante acudir al especialista, para descartar algún problema.

Beber agua y evitar el alcohol

Como siempre se ha dicho, el agua es muy importante para el óptimo funcionamiento del cuerpo, y esta vez no es la excepción. Mantener un buen estado de hidratación asegura la lubricación en las cuerdas vocales. También se recomienda evitar en exceso el consumo de bebidas alcohólicas o aquellas que contengan cafeína, ya que provocan deshidratación.

Alejarse del tabaco

Fumar en una actividad que puede tener muchas afectaciones de salud a futuro, entre ellas el cáncer de pulmón y de garganta, lo que afectaría tu aparato fonador. En un escenario menos agresivo, fumar hará que con el paso del tiempo tu voz sufra cambios.

No abusar de ella

Es importante no gritar o competir contra ambientes ruidosos, ya que hacerlo representa un esfuerzo extra y podrías tener dolor o ronquera en consecuencia. Cuando sientas que la garganta se reseca o te cuesta hablar, es recomendable dejar de hacerlo.