Adivina quién soy

Un juego bastante didáctico y que fomentará la recreación familiar además de su integridad. Es el clásico juego donde deberás adivinar la tarjeta que la otra persona se ponga en la frente, es decir, deberán colocar tarjetas en la cabeza con alguna palabra que sea de una canción, frase, refrán o película y la otra persona tendrá que adivinarlo. Es una actividad donde desarrollarán gran capacidad cerebral. También está la posibilidad de que lo adquieran por una tienda departamental o hacerlas usted mismo.

Guerra de almohadas

¿Quién dijo que se necesita ser una niño para disfrutar los placeres de la vida? Así es, uno de los cosas más divertidas y épicas es una guerra de almohadas, donde todos los integrantes de la familia pueden participar. Consiste en que cada participante tenga asignado una almohada en sus habitaciones y corra a toda velocidad por ellas, poner un punto de encuentro y llegar a la guerra con sus fusiles, que en este caso serían los objetos en los que apoyas tu cabeza al descansar. Procura realizarlo en una habitación vacía para no romper nada de lo que haya alrededor.

El juego de la araña

Es una actividad que consiste en atrapar a una persona y ella no podrá salir de una línea que dibujarán previamente, la cual separará las dos zonas del campo de juego. Esa línea es la telaraña por la que han de pasar el resto de jugadores de un campo a otro sin ser atrapados o vistos. Los jugadores han de preguntar a la araña: “oye araña peluda ¿puedo pasar?”, Y si ella responde que sí, es cuando hemos de cruzar. Si los llega a atrapar, nos convertimos en araña que ayuda a pillar a los demás pero sin salirse de la línea.