Consejos para cuidadores de pacientes con alzhéimer durante la cuarentena

En estos días de confinamiento será más difícil llevar su rutina al pie de la letra.

Sabemos que en la fase en la que nos encontramos solo es permitido salir de nuestras casas en determinados casos. La atención a personas dependientes como los pacientes con alzhéimer o algún otro tipo de demencia es una de estas excepciones. La tarea de atención y cuidado es más complicada ya que las personas con estos padecimientos suelen ser mayores de 65 años, quienes son consideradas uno de los grupos de riesgo ante el COVID-19, por lo que no pueden salir de sus casas ni acudir a centros de salud.

COVID-19 en personas con demencia

A pesar de que no se han encontrado evidencias de que el hecho de padecer alguna demencia aumente el riesgo de infectarse de coronavirus, si está comprobado que estos pacientes al tener una avanzada edad, y otras enfermedades como hipertensión o diabetes puede aumentar el riesgo de contagio.

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¿Cómo ayudar a los pacientes a sobrellevar el aislamiento?

El hecho de tener que permanecer en casa sin poder ni siquiera dar un paseo al que seguramente estarían acostumbrados, puede empeorar las manifestaciones emocionales de los pacientes con alzhéimer, por lo que sus cuidadores tienen que tener mucha paciencia para ayudarles a adaptarse a estas circunstancias. En la mayoría de los casos los cuidadores de estos enfermos son sus propias parejas, quienes también son mayores, y sufren de las mismas consecuencias del confinamiento. Ante esto los expertos dan algunos tips que pueden facilitar la tarea de quienes están a cargo del sitio.

Explícale la situación actual de forma sencilla, de modo que se adapte a su nivel de comprensión y habilidades cognitivas, aclárale el motivo del por qué no se puede salir de casa o recibir visitas de familiares o amigos.

Limita al máximo el contacto con el paciente si en la casa hay alguna persona infectada o niños que pudieran tener la enfermedad, aunque estuvieran asintomáticos.

Establece y mantén un horario de rutinas para que el paciente se vea lo menos afectado posible por el cambio que supone la cuarentena.

Es especialmente importante que el paciente con alzhéimer tenga unos horarios regulares para dormir y comer. Procurar que le dé la luz de sol durante el día, y que salga al patio o terraza si la casa dispone de ellos. Las siestas, si las hace, deben ser cortas para que no alteren su descanso nocturno.

Dedica un tiempo todos los días para que realice actividades de ocio para las que esté capacitado, incluyendo las labores domésticas de las que se pueda encargar, ya que esto les ayudarán a mantenerse mentalmente activos.

Debe realizar actividad física. Intenta que el paciente se mueva, aunque sean breves paseos por la casa, a su ritmo. Se pueden consultar en internet o en programas televisivos otro tipo de ejercicios o estiramientos que se pueden hacer dentro de casa, aunque no se disponga de mucho espacio. El objetivo es que ayuden a mantener la agilidad, el equilibrio, la fuerza y la masa muscular del paciente. 

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