Estas dificultades las pasan la mayoría de padres, pero no te preocupes es absolutamente normal.
Un bebé duerme en promedio hasta 16 horas por día, a partir de los 6 meses y hasta el año, el promedio es de 14 horas por día y en edad preescolar, lo habitual es que duerman entre 10 y 12 horas. Sin embargo, cada niño tiene necesidades diferentes, y aquí te dejamos algunas conductas que pueden representar algún problema o trastorno en el sueño de tus hijos. Dormir solos Cuando se comienza con el proceso de separase de los papás y dormir en su propia cama, puede traer consigo problemas para dormir, ya que están acostumbrados a la presencia de los padres. Despertares nocturnos Es cuando los pequeños se despiertan y encuentran dificultades para conciliar el sueño de nuevo, la mayoría de los padres suele pasarlos a la cama, lo cual puede resolver el problema inmediato, sin embargo, lo ideal es tranquilizar al bebé y volverlo a su cama para que vaya encontrando formas de dormirse por sí solo. También lee: Conoce qué es la enuresisNo conciliar el sueño de forma inmediata Cuando está la lactancia, es la mejor forma de hacer que se vayan a dormir, con el pezón y la leche, ellos concilian el sueño de una forma muy rápida, también cargándolos, meciéndolos y en otros casos, con el biberón también suelen conciliarlo de una mejor forma. Evita siestas mayores de 2 horas en los niños de preescolar para que no les cueste trabajo dormir en la noche. Y algunos problemas mayores como: Sonambulismo Este se manifiesta porque los pequeños caminan, hablan o actúan dormidos, suelen pararse y deambular. Es necesario mantener el espacio vigilado y tomar las precauciones necesarias para evitar accidentes ya que se encuentran dormidos y no es recomendable despertarlos. Terrores nocturnos Suelen despertarse gritando o con una ansiedad muy alta, causan pánico entre los niños y los padres, lo más recomendable es mantener la calma y ayudar a que vuelva a dormir. Pesadillas Suelen generar ansiedad, sin embargo, es común y lo ideal es tranquilizarlos, hablarles, decirles que todo está bien y propiciar el ambiente para que vuelvan a dormir. ¿Cómo evitarlos o solucionarlos? Crea una rutina de sueño, es decir, fija una hora para dormir y haz lo mismo antes de llevarlo a la cama, por ejemplo, el cepillado de dientes, darle un baño, el cambio de ropa por la pijama, quizá algún cuento o canción que indique que es la hora de dormir. Fomenta un ambiente relajado y lo ideal es que nuestros pequeños aprendan a dormirse solos, sin embargo, es necesario ser paciente y respetuoso en este proceso.
En caso de que los problemas persistan, lo más recomendable es conseguir ayuda profesional, existen Sleep Coach que te ayudan a crear una rutina saludable para tus pequeños de una forma muy natural y con respaldo científico. Lo más importante es tener un sueño adecuado para disminuir el estrés y en los niños, lo mejor es que el descanso óptimo favorece a su crecimiento y al desarrollo adecuado. |