¿Cómo cambio la convivencia familiar durante el confinamiento?
Los procesos familiares moderan el estrés y posibilitan a las familias afrontar crisis prolongadas, superarlas y adaptarse.
La contingencia del COVID-19 que está viviendo desde los hogares se ha convertido en un escenario de convivencia forzada los siete días de la semana, donde la casa ha pasado a ocupar el lugar de trabajo, de estudio e incluso de convivencia social a través de la tecnología. Parece que la familia no se siente de vacaciones, pero tampoco están diferenciando los espacios internos-externos, es decir todo lo que ocurría afuera está ocurriendo dentro de casa donde la dinámica empieza a ser rutinaria con sensación de asfixia o agobio menciona la maestra Doris Soberanis Barrientos, Psicóloga Terapeuta Familiar y de Pareja de la Universidad del Valle de México Campus Santa Fe. El cambio que estamos viviendo Esta pandemia nos ha llevado a perder la rutina cotidiana y eso implica un duelo a la forma de vida que teníamos habitualmente. Al inicio, quizá era más fácil ya que existían expectativas positivas en torno a la cuarentena: como pasar más tiempo de calidad en familia, jugar y estudiar con los hijos e incluso convivir en pareja. Sin embargo, con el tiempo este confinamiento se convirtió en una situación cada vez más difícil de manejar para padres e hijos, ya que se perdió el equilibrio familiar, la disciplina, los hábitos y las actividades. También lee: Implicaciones del trabajo a distancia y tips para sobrevivir a elNo sólo eso, sino también se experimenta la pérdida del espacio individual vital que necesitamos los individuos para tolerar y reflexionar en tiempos de adversidad. Ahora la mayoría de los espacios físicos en casa, así como el internet y la tecnología son compartidos, lo que detona sentimientos de invasión, desesperación y enojo; por lo que es importante que el sistema familiar plantee acuerdos, así como la organización de horarios y espacios para tomar clases, trabajar, colaborar en actividades del hogar y convivir en familia. Aprender a convivir nuevamente Los integrantes de un sistema familiar son capaces de tomar decisiones de forma compartida mediante la negociación, los valores, la equidad y la reciprocidad. Afrontamos un momento trascendental donde los seres humanos y particularmente la familia debe pensar las relaciones interpersonales, fortalecer la comunicación, prever, unificarse y hacer esfuerzos para lograr acuerdos y reconciliarse ya que el aprendizaje que deja esta crisis es prepararnos para desafíos futuros. ¿Cómo fortalecer la resiliencia familiar ante la emergencia? Expresar los sentimientos y pensamientos que cada integrante de la familia está experimentando ante esta situación y ser respetuosos. Dotar de sentido a la crisis. Aprender a convivir con la incertidumbre. Aprovechar las oportunidades en medio de la crisis. Normalizar la angustia familiar. Elogiar los esfuerzos y logros. Construir vínculos empáticos. Pasar de las quejas a los objetivos.
Aceptar las limitaciones humanas, ¿qué esfuerzos hace la familia para que la situación adversa no límite todas las áreas de su vida? |