¿Cómo fomentar la responsabilidad en niños?

Los padres son los encargados de educar a sus hijos en valores y habilidades que les servirán día con día.

Según van creciendo los niños deben asumir nuevas responsabilidades, ya que los pequeños cuando se sienten útiles y ven que son capaces de hacer las cosas por sí mismos, se sienten orgullosos y aumenta su autoestima. Las pequeñas responsabilidades son básicas para un buen desarrollo emocional e intelectual. Darle pequeñas tareas, acordes a su edad como: tender la cama, recoger su plato, ponerse la ropa solo, poner la mesa; es un buen estímulo para que se integren en la familia y vean sus propios progresos al crecer.

 

Predicar con el ejemplo

 

El primer consejo que se debe tener en cuenta para enseñar un valor tan importante, como lo es la responsabilidad, es el ejemplo que los padres les dan. Los detalles, los buenos hábitos, comienzan desde el hogar de cada uno de los pequeños. Los padres deben cumplir lo que les dicen a sus hijos y lo deben hacer a tiempo. Si los niños observan que sus mayores cumplen diariamente con sus deberes, ellos sí o sí seguirán ese ejemplo.

 

Dejarles encargos pequeños

 

Si han de tener una tarea obligatoria, que sea algo que les guste, que les llame la atención, que les haga sentir orgullosos. Hacerse cargo de una planta, los motivará. De primera instancia hay que hacerles saber que también son seres vivos, y que requieren de su ayuda para poder sobrevivir. Eso les hará sentir una responsabilidad con las plantas.

 

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Ordenar su cuarto

 

En la línea de no proporcionar obligaciones sino ocasiones de demostrarles las consecuencias de sus decisiones, podemos dejarle a cargo de su propia habitación. Los papás no la limpiarán, ni ordenarán, ni se preocuparán por que él lo haga. Si la habitación está desordenada, perderán unas cosas y no encontrarán otras. Si su cuarto está sucio, probablemente no se sientan a gusto en él.

 

No lo hagas por él

 

Esto significa que, si se le ha explicado que su responsabilidad es recoger su habitación todos los días, no debemos hacerlo por él. El niño tiene que tener claro que es él quien lo debe hacer y si no lo hace, está incumpliendo su palabra y nadie lo hará por él. En este sentido, el niño debe saber que si no cumple con lo que se ha comprometido, tendrá consecuencias.

 

Déjalos elegir

 

Hay muchos ámbitos en los que puedes ir animando a tus hijos a que elijan, aunque sea con tu ayuda y supervisión: la ropa que usen, los libros que leen, los juegos que más les gustan o las actividades extraescolares que prefieren practicar. Y, siempre que sea posible, deja que asuma las consecuencias de sus decisiones, sean acertadas o erróneas.

 

 

 

 

 

 

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