Conoce el sistema el finger-feeder

Una alternativa en caso de tener dificultades para darle pecho a tu bebé.

También conocido como sistema dedo-jeringa, dedo-abbocath o finger-feeder. Esta técnica permite alimentar al bebé cuando surgen dificultades para la lactancia materna. La suplementación con dedo-jeringa representa una auténtica fisioterapia de la succión, ya que motiva al bebé a mover la lengua del mismo modo que durante la succión al pecho. Este método se lleva a cabo cuando las madres tienen dificultad para lograr la lactancia. Si tú eres una de ellas, descubre cómo puede ayudarte.

Problemas más comunes

Las dificultades que pueden surgir a la hora de establecer y mantener la lactancia son muy variadas. Y, en el mayor de los casos orillan a la familia a abandonar la lactancia y cambiarse al biberón. Las principales situaciones son: cuando hay una separación entre la madre y el bebé. Ya sea de forma prolongada (bebés que deben permanecer en el hospital) o de manera elegida (en caso de que la madre deba salir y prefiera no llevar al bebé). Cuando la mamá regresa a trabajar, pero no quiere renunciar a la lactancia.

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De la misma manera en el caso de que el bebé succione con debilidad o es incapaz de agarrarse al pecho. Si el bebé rechaza el pecho por cualquier motivo o si el niño está muy dormido o muestra poco interés por alimentarse.

¿Qué es el sistema finger-feeder?

Esta es una valiosa alternativa para estas las situaciones anteriormente mencionadas. Es un sistema de alimentación rápido y eficaz que consiste en introducir la punta de un dedo limpio en la boca del bebé, de modo que este comience a succionar de forma instintiva. Al mismo tiempo, se coloca el extremo de una jeringa en la comisura del labio del bebé y se comienza a administrar leche al ritmo que el bebé succiona.

Ventajas

Lo estupendo de este método es que posibilita continuar con la lactancia en diferido hasta que se superen las dificultades y pueda volver a hacerse de un modo directo. De esta manera la madre sigue extrayéndose leche, no cesa la producción y se ofrece al bebé los beneficios del líquido materno.

¿Cómo realizarla?

Primero para alimentar al bebé de esta forma debes estar acompañado de otro adulto, pues este sostendrá al bebé, ya que tu emplearás tus dos manos, si esto no es posible puedes apoyarlo en una superficie inclinada, bien sea una hamaquita o en tu propio regazo. Para ello, debes sentarte con las piernas elevadas y sentar al bebé sobre ti de modo que queden frente a frente.

 

Luego introducirás un dedo limpio en la boca de tu pequeño haciendo una ligera palanca que desplace la mandíbula inferior para abajo. Ten cuidado de no sobrepasar con tu dedo el primer tercio de la lengua.

Con la otra mano apoyarás la punta de la jeringa sobre su labio inferior y comenzarás a verter leche siguiendo su ritmo de succión, siempre respetando sus pausas. Si está despierto, trata de buscar contacto visual con él mientras le das la leche.

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