Puntos clave para entender la violencia contra las mujeres
Entre enero y abril del 2020, Puebla se posicionó en el cuarto lugar nacional con más llamadas de emergencia por incidentes de violencia contra las mujeres.
En México, una mujer es asesinada cada dos horas por razones de género. En tiempos que nos han llevado a cuestionar, escuchar, entender y transformar la realidad, es imprescindible que la violencia de género se aborde como una problemática multifactorial cuyas raíces se encuentran en la cotidianidad. Con el fin de descongelar el glaciar y deconstruir un fenómeno tan complejo, la maestra Ana Laura Gamboa Muñoz, responsable del Observatorio de Violencia Social y de Género (OVSG) del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría, SJ (IDHIE) la IBERO Puebla, ofreció un webinario en el que desplegó el abanico de cartas sobre este tema. La académica identificó cinco ejes esenciales para rastrear el comportamiento de la violencia contra las mujeres como normativa sistemática. Sexo y género Como reconoció la experta, sexo y género son dos conceptos que suelen utilizarse de manera indiscriminada. La diferencia primaria recae en el carácter científico e ideológico: el sexo es un conjunto de características biológicas con las que se nace. En cambio, el género es el conjunto de ideas, creencias y atribuciones sociales construidas con base en la diferencia sexual. En tanto que las características sexuales son universales e inmodificables (a menos que exista una intervención quirúrgica o tratamiento hormonal), las consideraciones en torno al género cobran mayor relevancia, pues alrededor de ellas se construyen múltiples discursos que nos han determinado históricamente como sociedades. También lee: ¿Cómo cuidar tu salud emocional?Mujeres, seres para los hombres De acuerdo con la historiadora Gerda Lerner (1986), se conoce como patriarcado a “la manifestación e institucionalización del dominio masculino sobre las mujeres y niños/as de la familia y la ampliación de ese dominio sobre las mujeres en la sociedad en general”. La figura del padre se interpreta como un sistema familiar, social, ideológico y político mediante el cual se determina el rol de las mujeres en la vida pública y privada. En esta estructura, dijo la responsable del OVSG, los hombres establecen vínculos de interdependencia y solidaridad entre ellos para dominar a las mujeres. La diferencia entre hombres y mujeres, entre lo femenino y masculino, se concibió cuando los primeros tomaron el poder y se erigieron como el modelo humano. Violencia por razones de género Las mujeres experimentan violencia de manera diferenciada y a través de múltiples manifestaciones. Al hablar de violencia de género se alude a toda acción u omisión basada en el género que cause daño o sufrimiento psicológico, físico, patrimonial, económico, sexual o la muerte tanto en el ámbito privado como en el público.
Como puntualizó Ana Laura Gamboa, la violencia de género está enraizada en una cultura machista y patriarcal que reproduce comportamientos discriminatorios hacia las mujeres. Estas conductas intencionadas se emplean como una dinámica de poder que busca generar daño o sufrimiento. Además, los derechos de la población femenina se ven vulnerados al persistir el alto grado de desigualdad e impunidad. |