Una tercera dosis de la vacuna contra la covid-19 puede
aumentar los niveles de anticuerpos en
personas que han sido receptoras de trasplantes de órganos, según un
estudio publicado este lunes en la revista médica estadounidense Annals of
Internal Medicine.
Este informe, que es el primero en exponer sobre la respuesta a una tercera
dosis de la vacuna contra esta enfermedad, lo
desarrollaron investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns
Hopkins, la misma que hace un recuento independiente de los casos y muertes
por coronavirus y de vacunaciones en EU y el mundo.
Mientras que la respuesta de anticuerpos después de dos dosis de la inyección
contra el virus SARS-CoV-2 es "excelente" en la población general, la
réplica del sistema inmunológico en los receptores de transplantes de órganos
"puede atenuarse
notablemente", de acuerdo con el Colegio Estadounidense de Médicos (ACP,
en sus siglas en inglés).
Esta respuesta más débil en personas receptoras de órganos vacunados, que ha
sido reconocida por la comunidad científica en EU, despertó el interés en ver las reacciones a una tercera dosis de las
inoculaciones en este tipo de pacientes.
Es por eso que un grupo de expertos de la Universidad Johns Hopkins estudió los casos de 30 beneficiarios de
transplantes de órganos, que recibieron una tercera dosis para que los
científicos pudieran describir las respuestas de sus anticuerpos y las
reacciones a la vacuna extra.
En esta serie de casos, el equipo científico descubrió que un tercio de los pacientes que tenían niveles de anticuerpos negativos
y todos los pacientes que tenían niveles bajos antes de la dosis extra
incrementaron sus anticuerpos después de la tercera inoculación.
Además, las reacciones adversas a esta
tercera dosis fueron "relativamente menores", incluyendo dolores
en el brazo, lugar de la inyección; fiebre, escalofríos, dolor de cabeza,
mialgia y diarrea.
En esta serie de estudio, los autores no
pudieron asegurar con certeza si un caso de rechazo "leve" estuvo relacionado
con la vacuna, pero concluyeron que los beneficios de esta tercera dosis
probablemente superen los contras.
Estos hallazgos, según la Universidad Johns Hopkins, sugieren que los ensayos clínicos para este tratamiento
están "justificados" para determinar si las dosis de refuerzo
deben incorporarse en la práctica clínica para los pacientes trasplantados, tal
como sucedió con las vacunas contra la hepatitis B y la influenza.
"Este estudio solo examinó los niveles de anticuerpos
y se necesitan exámenes futuros para mostrar si esos niveles de anticuerpos se
asociaron con tasas de infección más bajas en aquellos que recibieron una
tercera dosis de la vacuna", concluyeron los expertos. |