El entonces presidente municipal de Atempan, Mario Herrera Oropeza, autorizó un salario mensual de 15 mil 400 pesos para su esposa, Susana Castellanos Guzmán, por desempeñarse como presidenta Sistema Municipal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), cargo considerado honorario.

La Ley sobre el Sistema Estatal de Asistencia Social establece en su artículo 23 que "los miembros integrantes del Patronato no recibirán retribución, emolumento o compensación alguna por su participación voluntaria y por ende no serán considerados servidores públicos," aplicándose en los DIF municipales.

El sueldo de la expresidenta del DIF en Atempan se posicionó entre los 15 más altos en la nómina municipal, al encontrarse debajo de las percepciones de los regidores del Cabildo, así como de funcionarios de primer nivel que encabezaron direcciones o secretarías.

Mario Herrera, en su último año de gobierno recibió la remuneración más alta del Ayuntamiento, pues al mes obtuvo un pago neto por 48 mil pesos, es decir, durante enero y septiembre del 2018 recibió al menos 432 mil pesos.

Con la suma de los 48 mil pesos que percibió el ex presidente y los 15 mil 400 pesos de remuneración de su esposa, Susana Castellanos, en conjunto recibieron ingresos por 63 mil 400 pesos.

El sueldo de la cónyuge también superó al de integrantes de la Policía Municipal, ya que el más alto de los salarios ascendió a 12 mil pesos mensuales, mientras que el pago más bajo de un uniformado fue por 3 mil 800 pesos.

Mario Herrera en tres ocasiones postergó pláticas con este rotativo que lo buscó para conocer su postura sobre las diferentes irregularidades detectadas durante su ejercicio en Atempan.

Los documentos comprobatorios de los pagos a la esposa del entonces alcalde se encuentra disponible en el sitio de transparencia del Ayuntamiento.