Habitantes elaboraron los tradicionales tapetes por donde la protectora pasó para bendecir las calles, al tono de mariachi y rondallas; escenario multicolor también contó con la participación de la fiesta brava HUAMANTLA Alina FERNÁNDEZ Corresponsal Más de ocho kilómetros tapizados con tapetes multicolores, adornos de papel y luz, flores, alfombras, pirotecnia y globos de cantoya que iluminaron el cielo del municipio de Huamantla durante la procesión de la Virgen de la Caridad, fue lo que se vivió durante la tradicional Noche que Nadie Duerme en este pueblo mágico. Miles de visitantes se dieron cita desde temprana hora para visitar a la Virgen en la Basílica, así como peregrinaciones provenientes de distintas comunidades y estados del país, las cuales arribaron con gran devoción a las plantas de esta imagen. El panorama de la Basílica fue la participación de grupos musicales que entonaban Las mañanitas, así como danzantes que engalanaban con sus bailes el atrio. Mientras, en las más de 50 calles, los habitantes arreglaron las fachadas con macetas, flores, además la elaboración de tapetes y alfombras inició desde muy temprano. Las manos de quienes confeccionan arte bañaron de colores las distintas partes del municipio. Turistas extranjeros admiraron el arte efímero que representa a este municipio, flashes de cámaras fotográficas y de video fueron observados en cada instante que los visitantes capturaban el momento para llevarse un recuerdo. “El arca de Noé llevó a la Virgen” Como cada año, la familia Soler adornó y diseñó el carro que llevó a la Virgen de la Caridad durante la procesión de la Noche que Nadie Duerme, por lo cual, en este año, el carro fue alusivo a la representación del Arca de Noé, mismo que de acuerdo con los pasajes bíblicos, fue refugio de los animales durante el gran diluvio. Cabe destacar que dicha familia ha realizado este trabajo por casi 50 años, por lo cual, algunos carritos que han llevado la imagen en previas ediciones corresponden a la Basílica de la Caridad de Huamantla, el quiosco del parque Juárez, la Basílica de Guadalupe, la Puerta Santa, la casa de Juan Diego, la cúpula de la Basílica de San Pedro, entre otros recintos religiosos. Fiesta brava pide protección a la Virgen Dentro de los festejos se llevó a cabo La Corrida de las Luces, misma que se caracterizó por su espectáculo mágico, el cual inició con un rito donde se apagaron las luces y todos los asistentes encendieron su velita. Posterior a ello, en el ruedo lucía un tapete de aserrín color azul con estrellas, donde se efectuó la procesión con la Virgen de la Caridad, encabezada por autoridades eclesiásticas, principalmente por el obispo de la Diócesis de Tlaxcala, Francisco Moreno Barrón, así como autoridades municipales, matadores participantes con sus cuadrillas, entre ellos Eulalio López El Zotoluco, Uriel Moreno El Zapata, y Octavio García El Payo, quienes se encomendaron a la Virgen. Mientras se efectuaba este rito de oración, se escuchó la participación de la Orquesta Sinfónica Esperanza Azteca. Cabe señalar que este evento es patrimonio cultural de este Pueblo Mágico, donde se mezcla la fe y devoción a la Virgen junto con la fiesta brava. Inicia un recorrido más de devoción Posterior a La Corrida de las Luces, en punto de la medianoche se efectuó la celebración eucarística presidida por el obispo de la Diócesis de Tlaxcala, Francisco Moreno Barrón. Lo anterior consistió en el recorrido que dio la imagen ante miles de personas, quienes observaron el arribo de la efigie al carro alegórico, al sonido de cohetes y el repique de las campanas, el cual anunció el inicio de la procesión. Durante el recorrido, más de 50 damas que portaron el vestido tradicional de Malinche fueron quienes viajaron al lado de la Virgen. Asimismo, se pudo observar la fe y devoción de los pobladores y turistas, al sonido de la música de mariachi y rondallas que entonaron Las Mañanitas a la Virgen. La imagen recorrió las principales calles de la ciudad por más de ocho horas, por lo cual arribó al recinto original a las 8 horas. Una vez en el sitio, los visitantes pudieron ingresar al recinto para pasar debajo de su manto. Cabe destacar que tanto las alfombras del atrio de la Basílica de la Caridad así como las prendas de la Virgen se confeccionaron por pobladores, quienes rindieron así una ofrenda religiosa. |