| RODOLFO RUIZ R La victoria de Ricardo Anaya, a nivel nacional y local, de manera aplastante sobre Javier Corral en la contienda interna panista, más el adelanto de la elección local del próximo dirigente estatal de Puebla, entre otras cosas, indica que el morenovallismo está en pleno reacomodo. Pese a que el mandatario estatal de Puebla está en el lugar 9 de la preferencias nacionales rumbo al 2018, que Andrés Manuel López Obrador les declaró guerra para 2016, que el PRI resurgió a partir de junio pasado, entre otras circunstancias, el morenovallismo sigue con la mirada fija en el mismo objetivo. La gente de Rafael Moreno Valle sabe que no puede confiarse una vez más. La derrota del 7 de junio debió ser una dura lección para el grupo que pretende llegar a Los Pinos. La contienda interna del PAN debe servir para reflexionar con respecto a sus prácticas sobre el manejo de los padrones electorales internos. El PAN, con Ricardo Anaya, deberá decidir el futuro de su partido. De acuerdo con las últimas encuestas el PAN está muy lejos de la presidencia de la República. Por eso debe de elegir de manera correcta a su candidato o candidata para el 2018. No debe ser fácil en los momentos de la simulación. Eso de llenar padrones para imponer al dirigente, no es la mejor fórmula. El PAN debe ir más a fondo. Sin embargo, cometieron un error. El PRI y sus prácticas se adueñaron del PAN con eso de inflar padrones, comprar votos y someter a la estructura. El PAN debe hacer un análisis muy serio. ¿En verdad ganó el PAN con Ricardo Anaya? El morenovallismo arrasó pero no ganó. Hay muchas evidencias del viejo priismo. Es decir, el PRI se adueñó del PAN. Con sus viejas prácticas y costumbres del pasado. El viejo PRI hoy está más vigente que nunca pero en el PAN. *** ¿Qué le pasa a Juan Carlos Lastiri? Declinó por la gubernatura de Puebla en el 2016. Dijo que no. Que su proyecto es 2018. |
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