ALBERTO JIMÉNEZ Merino quiere ser gober­nador y no pierde el tiempo. Mientras Blan­ca Alcalá Ruiz vacaciona en Europa, y Enrique Doger Guerrero en alguna playa mexicana, ayer el aún delegado de la Sagarpa, sumó el apoyo del ya desaparecido Partido Humanista.

Aunque su trayectoria política ha sido de bajo perfil, en las últimas semanas Jiménez Merino ha logrado posicionarse en sec­tores priistas que aún no han dado su apo­yo a nadie. Así, en los próximos días, reci­birá el espaldarazo de priistas distingui­dos y, nos cuentan, de líderes sindicales.

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 ¿QUÉ TRAE Diódoro Carrasco? De entrada el nuevo titular de la Secretaría General de Gobierno hizo cuatro compromisos: fortale­cer la gobernabilidad democrática, respetar la división de poderes, implementar una polí­tica de diálogo respetuoso, así como segu­ridad y estabilidad en las elecciones.

Uno de los primeros cambios que hizo Carras­co Altamirano fue nombrar a Raúl Reynoso Nuño como su director general de comunica­ción social, cargo al que arriba tras 10 meses de trabajo en el Congreso del estado.

Reynoso fungió en 1990 como director de dicha área en Baja California con el panista Ernesto Ruffo Appel. Fue director de Infor­mación de Medios de los Estados, dependien­te de la Coordinación General de Comunicación Social de Presidencia con Felipe Calderón.

Jorge Benito Cruz Bermúdez, quien se des­empeñaba como encargado de despa­cho de la Secretaría General de Gobierno, y no pudo con un estado tan complicado como Puebla, será ahora titular del Comi­té Administrador Poblano para la Construc­ción de Espacios Educativos.

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 COSA DE observar las calles del Centro His­tórico para darse cuenta de que cada vez son más y más los vendedores ambulan­tes que las invaden y, también, para notar la ausencia de inspectores…, y hasta el silencio cada vez más sospechosos de los afiliados de la 28 de Octubre.

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 AGUSTÍN BASAVE fue “chamaqueado” por sus propias huestes, que si de algo saben es de bloquear al prójimo y ganarse al PAN con el sudor del de enfrente. Resulta que Radio Fórmula consiguió una conversación en la cual el presidente nacional del PRD amagó con renunciar si el CEN no aprueba la alianza con los panistas para las próximas elecciones en Tlaxcala y Puebla. Él, todo inocencia y candidez, lamentó que en reuniones del CEN haya gente que filtre discusiones: “estábamos discutiendo y sí, por supuesto que estaba exaltado y molesto porque se estaba poniendo en duda la estra­tegia que yo había adoptado, la negociación con el PAN”. Qué se le hace, ese es el PRD.