Viernes 03 de Junio de 2016 |
Carlos Ramírez De las doce candidaturas del PRI a gobiernos estatales que se decidirán el próximo domingo 5 de junio, la de Oaxaca esemblemáticapor la dimensión del problema: el candidato priísta Alejandro Juanito Murat Hinojosa representa la reelección de su padre José Murat en la gubernatura que tuvo en el periodo 1998-2004 y las denuncias de corrupción salpican al PRI. Si el PRI, en realidad, estuviera pensando en limpiar los establos ahora que se prepara la barredora anticorrupción, el líder priísta Manlio Fabio Beltrones hubiera puesto en práctica en Oaxaca su compromiso de política de a deveras. Pero la candidatura del PRI en Oaxaca representa la continuidad de un desprecio de la federación hacia una de las entidades más castigadas por decisiones centralistas. En Oaxaca se dieron tres problemas serios: 1.- El exgobernador José Murat Casab engañó al presidente de la República y al presidente del PRI porque se comprometió a no meter las manos a favor de su hijo y a no pisar tierra oaxaqueña. Y el candidato Alejandro Juanito Murat también se comprometió que durante su gobierno su padre José Murat no pisaría el estado. En los dos meses de campaña, sin embargo, el ex gobernador Murat operó en Oaxaca y la Ciudad de México directamente y por teléfono la campaña de su hijo. Todo el equipo de campaña del hijo es de exfuncionarios del padre. 2.- José Murat Casab representa la crisis que tiene hundido a Oaxaca en conflictos de gobernación y de gobernabilidad. En 1978 amenazó al presidente Zedillo con irse de candidato del PRD si no le daban la candidatura a gobernador; a sabiendas del grado de conflictividad de Murat, Zedillo le dio la nominación por dedazo. Desde entonces Murat se ha convertido en un cacicazgo político excluyente y su poder se extendería dos sexenios estatales más, hasta el 2028, desde 1973 en que Luis Echeverría instaló a Murat en el poder, nada menos que cincuenta y cinco años de cacicazgo.El exgobernador Murat popularizó la frase de que “el que ya bailó, que se siente”, pero la familia Murat sigue bailando. 3.- Una de las corrupciones más escandalosas del gobierno de Murat fue el tráfico de casas operado a través del Registro Público de la Propiedad, entonces operado por Jorge Escaipe y Jorge Merlo Gómez, el primero como director de notarías y el segundo como director del registro: localizaban propiedades deshabitadas, con conflictos legales o en la que vivían personas ancianas y operaban maniobras para llevárselas al gobernador Murat. La leyenda urbana habla de cuando menos trescientas casas en la ciudad, entre ellas la de una persona de edad muy conocida en la ciudad: Olga Bustamante; los funcionarios la echaron y pusieron la casa a nombre de la esposa del gobernador. Este mecanismo ha funcionario en otros estados de la República. La crisis en Oaxaca comenzó en 1992 cuando el sonorense Luis Donaldo Colosio violó los estatutos del PRI e impuso como candidato a Diódoro Carrasco Altamirano. Luego de la derrota estatal del PRI en 2010 y ante el deterioro de la alianza PAN-PRD, el PRI tuvo la oportunidad de renovar los aires políticos; pero el sonorense Beltronesinstitucionalizóen Oaxaca la peor política priísta. Lo de menos es que Murat gane o pierda. Lo cierto es que Oaxaca sigue como pieza del juegode poder de intereses de poder. -0- Política para dummies:La política es el arte de mentir hasta cuando se dice la verdad. Sólo para sus ojos:
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