Viernes 17 de Junio de 2016
Carlos Gómez La diputada local del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Geraldine González Cervantes, emprendió una pobre rebelión contra su líder estatal, Juan Pablo Kuri. Y es pobre por dos aspectos: es ella y el verdadero autor material de la exigencia de renuncia del dirigente estatal y porque carece de argumentos reales, de calidad moral y de apoyo de líderes regionales del PVEM para alzar la voz. Geraldine González debería iniciar un ejercicio de autocrítica y explicar a la candidata de Blanca Alcalá, a la militancia del PVEM y a la dirigencia nacional de su partido qué hizo ella en la reciente campaña electoral. Y ya ni hablemos de su pésimo papel como diputada local, de sus retardos, de sus innumerables faltas “justificadas” a las sesiones del Congreso, de su nula participación en el trabajo de Comisiones del Poder Legislativo y de que jamás ha pisado –ni por error– su oficina de la 8 Oriente. La diputada local se dejó manipular por el verdadero autor de la paupérrima rebelión en el PVEM que sueña con regresar a la dirigencia estatal del PVEM porque sabe negociar muy bien las candidaturas y rumbo al 2018 ya se frotaba las manos para hacer sus negocios. Pero su mala reputación no le permite sacar la cara, alzar la voz y demostrar que tiene el apoyo de la base y de la dirigencia nacional para regresar a la Secretaría General del Comité Directivo Estatal. Como su oscuro pasado lo persigue entonces no dudó en usar a la diputada para exigir públicamente la renuncia de Juan Pablo Kuri. Sin embargo, las palabras de la diputada del PVEM se fueron al vacío, no generaron ninguna reacción de apoyo y, por el contario, desde el Comité Ejecutivo Nacional se dio un manotazo sobre la mesa para dejar en claro que Geraldine González no es una voz autorizada para hablar de evaluaciones al interior de ese partido político. Juan Pablo Kuri está más que firme en la dirigencia local del PVEM y ya preparan a sus propios cuadros y estructura para competir por las candidaturas en el 2018. Así que pocas horas duró la pobre rebelión de la diputada faltista del Congreso del Estado. Y ahora ya puso sobre la mesa la exigencia de evaluaciones en su partido y se hará pero en el Comité Ejecutivo Nacional. Mientras eso ocurre habrá que revisar con lupa su trabajo como diputada local y veremos por qué carece de calidad moral para asumir una rebelión que termine en la caída de Juan Pablo Kuri. Queda claro que el autor material de esta pobre rebelión no sacará la cara en las siguientes semanas porque carece de los apoyos necesarios. Por lo pronto los dirigentes y coordinadores de Texmelucan, Tepeaca, Ciudad Serdán, San Pedro Cholula, Huauchinango, Atlixco, Tehuacán, Izúcar de Matamoros, Amozoc, Acajete, Tehuacán, Ajalpan y Zacatlán cerraron filas a favor de Juan Pablo Kuri. Esa es la verdadera estructura e ignoraron el llamado de rebelión de Geraldine González. La rebelión de la diputada es tan pobre como su liderazgo en Tehuacán y su trabajo en el Poder Legislativo. Pronto más detalles. @gomezcarlos79