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Héctor Castillo y su abusivo monopolio del transporte en Atlixco

Héctor Castillo quiere imponer su voluntad a todo un pueblo, porque eso beneficia a sus mezquinos intereses monopólicos

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El viernes 21 de octubre pasado, un numeroso grupo de transportistas al servicio del pulpo camionero Héctor Castillo bloqueó los accesos de San Jerónimo Coyula, una junta auxiliar de Atlixco, afectando con ello el libre tránsito de miles de ciudadanos que viven en la zona.

El objetivo del bloqueo era presionar a la Secretaría de Infraestructura y Transportes para que no entregara dos camiones que fueron retenidos arbitrariamente por la dependencia y que son quienes brindan el servicio a los coyulenses.

Algunos medios, como siempre, intentaron echar sobre Antorcha la culpa del bloqueo que afectó a los ciudadanos. Por ello, se hace necesario precisar los hechos, de modo que la ciudadanía esté bien informada y saque sus propias conclusiones sobre este problema. Hagamos, pues, un poco de historia.

Desde el año 2009, la mayoría de los habitantes de San Jerónimo Coyula hizo pública su denuncia por los abusos, atropellos, elevados costos y mal servicio en general que brindaba la ruta del transporte propiedad del pulpo camionero Héctor Castillo, y que corre de San Miguel Ayala hacia Atlixco, pasando por Coyula.

A pesar de que los ciudadanos se lo pidieron, Héctor Castillo jamás quiso abrir una nueva ruta que iniciara su recorrido en Coyula, lo que también generó molestia porque obliga a los coyulenses a viajar parados, dado que por esta junta auxiliar los camiones ya pasan llenos.

Cansada del deficiente, caro y peligroso servicio, en el mismo año la comunidad le planteó a la Secretaría General de Gobierno (SGG) la creación de una ruta propia, que corriera de Coyula hacia Atlixco, en donde gran parte de los coyulenses realiza sus actividades económicas, de trabajo, educativas y otras.

La SGG y la Secretaría de Infraestructura y Transportes (SIT) de Puebla otorgaron la razón a los peticionarios y, mediante la firma de un convenio en el que estuvieron representantes de Héctor Castillo, autorizaron la circulación de unidades para el beneficio de los 7 mil pobladores.

El compromiso era, además, que las unidades tramitaran su propia ruta para cumplir con todos los requisitos legales; pero urgía resolver el problema y, por tanto, se les permitió operar desde esa fecha.

El papeleo formal para legalizar la nueva ruta lo haría el abogado perredista Servando Galindo, que rápidamente traicionó a los coyulenses y se pasó del lado de Héctor Castillo, con el debido pago dinerario por esta bajeza.

En los hechos, pues, Héctor Castillo impidió que los coyulenses tuvieran una ruta del transporte, porque eso contravenía a sus intereses monopólicos. Sin embargo, a pesar de las amenazas y agresiones por parte de los trabajadores de Castillo, los tres camiones operaron durante algunos años. Pero el asunto legal no se resolvía, el abogado los había traicionado, en la SGG nadie les hacía caso, en la SIT les daban largas y la situación cada día se iba haciendo más insoportable.

Por tanto, a mediados de 2015, solicitaron el apoyo de Antorcha para lograr que la SIT le diera pleno derecho a la ruta que hasta entonces había estado operando, a raíz de acuerdo firmado en 2009.

Llevamos, pues, más de un año pidiendo al gobierno que esta situación se normalice y sólo hemos obtenido por respuesta la retención arbitraria de los camiones y la represión oficial disfrazada de "ley", afectando con ello a los pobladores. El último de estos abusos se llevó a cabo hace dos semanas, cuando en un operativo fueron retenidas dos de las tres unidades a que nos referimos.

Esta serie de atropellos no es, como pretende Castillo, una defensa del "Estado de Derecho", que él se pasa por el arco del triunfo cada vez que se le antoja; por ejemplo, a su placer aumenta ilegalmente el costo del pasaje o manda a amedrentar a los transportistas independientes. Sino que se trata de la embestida de un monopolio que concentra 70 por ciento de todo el transporte público en la región contra tres humildes choferes que han prestado sus servicios a 7 mil coyulenses, y que, a pesar de las amenazas y las agresiones, han resistido porque los apoya su comunidad.

Héctor Castillo quiere imponer su voluntad a todo un pueblo, porque eso beneficia a sus mezquinos intereses monopólicos. Y para ello, ha encontrado a su títere al interior del gobierno en la persona del señor subsecretario del Transporte, Carlos Blanco Villasuso, un vulgar personero suyo, que se ha convertido en el principal opositor a que se otorgue la ruta a los coyulenses y en el autor intelectual de las retenciones arbitrarias de los tres camiones, cosa que ha logrado mediante trampas legaloides, siempre con el deseo de agradar a la voluntad del señor monopolista de Atlixco.

Carlos Blanco sabe perfectamente que la prostitución que hace de su cargo afecta a 7 mil pobladores, que no tienen forma de moverse hacia la ciudad de Atlixco. Lo sabe y cumple con gusto los caprichos del pulpo camionero, convirtiéndose así en un funcionario corrupto y en un ejemplo claro de cómo a veces el gobierno se arrodilla ante los señores del dinero.

Hoy, martes 25 de octubre, 5 mil antorchistas marcharemos hacia la Secretaría General de Gobierno para apoyar el justo reclamo del pueblo de Coyula. Y pedimos a las autoridades que, de inmediato, intervengan para que este problema se resuelva en beneficio de los pobladores y no de los monopolios económicos abusivos como el que representan Héctor Castillo y su personero Carlos Blanco.

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de El Popular, periodismo con causa.