Bestia voraz

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Emmanuel SHERWELL


Julio 07, 2017

Es triste ver que la juventud en nuestro país es el campo abonado para que vendedores y traficantes expandan su "negocio de drogas". Han hallado la manera y no les cuesta nada regalar sus productos para que los jóvenes se aficionen. Así lo empiezan.

Hoy, las drogas hacen daño en la juventud, la están esclavizando y como no pueden estar sin ella, muchos hacen lo que sea para adquirirla, sin freno, sin vergüenza, sin pensar; roban, inundan su mundo de mentiras, se prostituyen, incluso matan; todo hasta que terminan destrozando su vida, su salud, y también la vida de sus seres cercanos, la de su familia, sus amigos, la sociedad misma, sus estructuras necesarias.

La Encuesta Nacional de Drogas, Alcohol y Tabaco 2016-2017, recientemente publicada, señala que el consumo de drogas ilegales en México aumentó 47 por ciento de 2011 a 2017, y ahora con particular relieve en mujeres y adolescentes. Tan sólo en 2011 unos 4.7 millones de personas consumían marihuana, y ahora en 2017 la cifra de consumidores llegó a 7.3 millones, lo que significa un aumento de 55 por ciento.

Las drogas han ido robando un gran espacio en las familias, colegios, universidades y demás centros de enseñanza, en millones de jóvenes, de los planes y sueños para ellos, de su futuro inmediato; siempre irá contra ellos, contra nosotros, en su detrimento, destruyendo, porque saben que genera adicción y no serán capaces, en su gran mayoría, de salir adelante para construir un adecuado orden en su vida personal, profesional y social. En un mundo cada vez más sin Dios, la única ley que cuenta es la de que el pez grande se come al chico, y casi siempre hay un pez más grande que otro.

¿A dónde vamos por este camino? ¿Qué futuro nos espera?

Esfuerzos han sido muchos para contener y reducir el problema del cultivo ilícito, y debe reconocerse, pero también deben dirigirse para curar a los pacientes que ya han caído en la drogadicción, y sobre todo en evitar que los adolescentes y mujeres lleguen a adquirirla. La prevención es una gran arma y constantemente se debe concienciar a los adolescentes de los riesgos que implica el consumo de drogas, debe ser el gran paso.

Existe un gran trabajo por parte de las familias, colegios, universidades y demás centros de enseñanza, de adentrarse y jugar un papel protagónico en la prevención de las drogas. Ello implica informarse, tener un conocimiento real de la problemática que representa, de lo que son y saber cuáles son sus consecuencias en los adolescentes.

Expresa Ortega y Gasset en su obra La rebelión de las masas, que "es falso decir que en la vida deciden las circunstancias. Al contrario, las circunstancias son el dilema ante el cual tenemos que decidirnos. Pero el que decide es nuestro carácter". Está en nosotros, en cada uno de ustedes, decidir si queremos luchar para cambiar el escenario poco alentador de millones de jóvenes, que llega como una bestia voraz.

*Analista

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