Donald Trump, actual presidente de Estados Unidos, desde que era candidato a la presidencia de aquel país prometió que construiría un muro y que renegociaría el Tratado de libre comercio.

Bajo el lema "Make America great again", volver a hacer a Estados Unidos lo que era una potencia política y económica, sugiere una serie de estrategias para conservar y crear más trabajo en este país, restringiendo la salida de capital e invitando a que las empresas norteamericanas regresen sus inversiones a su país de origen.

En este sentido México, Estados Unidos y Canadá se han sentado a renegociar el Tratado sin mucho éxito, ya que Estados Unidos ha sugerido unos cambios que poco favorecen a las economías canadiense y mexicana. También se argumenta que este Tratado favorece solo a México y Canadá, aunque las evidencias muestran lo contrario. La inversión extranjera y el comercio se ha dado dentro del marco del Tratado de una manera bastante eficiente. Los empresarios y la industria transfronteriza se encuentran con una incertidumbre, ya que de terminarse dicho Tratado sus costos y gastos de operación se elevarían significativamente.

Si bien es cierto que el Tratado da cabida a una "modernización", sobre todo porque sería necesario incluir algunos términos y conceptos que han sugerido Canadá y México, como el incluir nuevas medidas relacionadas al comercio electrónico, la propiedad intelectual y sobre todo una estrategia anticorrupción. Además de eso, México estaba también dispuesto a que se le obligara a cumplir ciertas disposiciones relacionadas con la regulación laboral tal como lo sugería Canadá.

Las peticiones hechas por parte de Estados Unidos como; renegociar el tratado cada 5 años, cobrar aranceles a ciertos productos mexicanos y canadienses que entran a su país y retomar el control de la manufactura de autos fijando un porcentaje mayor como requisito para poder estar exento de pago, serían imposibles de cumplir.

En respuesta México y Canadá han tomado una estrategia similar y han afirmado que, aunque no aceptarán los términos que marca Estados Unidos, tampoco se levantarán de la mesa de negociación.

México cuenta con una gran cantidad de tratados de libre comercio y acuerdos comerciales con muchas regiones y países del mundo, por lo que si el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) se termina será necesario fortalecer el comercio con otras regiones del mundo.

Nuestro país tiene mucho potencial, y se encuentra dentro de las 16 economías más importantes, de acuerdo al reporte del Fondo Monetario Internacional. Podemos sacar mucho provecho de nuestros productos y empresas nacionales. Es necesario buscar otros caminos y otras estrategias de exportación para que, en caso de terminarse el TLCAN, México tenga otras opciones y pueda así mantener una estabilidad económica a largo plazo.

De acuerdo al Banco de México, nuestro país ha optado por diversificar las exportaciones y buscar otros países de destino como Japón o Brasil. La Unión Europea también se ha favorecido de las exportaciones mexicanas.

Si estas exportaciones continúan subiendo, será posible garantizar la estabilidad económica de México a largo plazo, pues dejaríamos de depender de un país como nuestro receptor principal de exportaciones, como es el caso actual con Estados Unidos.