La realidad alcanzó a Juan Carlos Lastiri y hoy sabe que está más lejos que nunca de la candidatura del PRI a la gubernatura de Puebla.

Su objetivo era llegar a estas alturas con 500 mil firmas para llevar al PRI al método de Consulta a la base.

Y no pudo.

Sólo consiguió 300 mil firmas y por órdenes del Comité Ejecutivo Nacional el método que utilizará el PRI será el de asamblea de delegados. En pocas palabras, Juan Carlos Lastiri llegará sin el escenario que creía seguro para ser el candidato a la gubernatura de Puebla.

Por el contrario, el delegado del IMSS, Enrique Doger, fue paciente, no gastó recursos y sabe que tiene casi asegurada la candidatura del PRI a la gubernatura. Que pueda tener posibilidades o no de ganar en el 2018 ése es otro análisis que se deberá hacer en cuanto empiecen las campañas.

Pero el primer objetivo de Enrique Doger se cumplirá al llegar al proceso interno del PRI con el método de Asamblea de Delegados en donde el reto será que llegue como candidato de unidad.

No obstante, la palabra "unidad" es algo que perdió el PRI desde el 2010.

En todo caso, Enrique Doger deberá llegar con las ruinas que quedan del PRI para tratar de ser competitivo en el 2018.

El escenario que tiene el PRI en el 2018 es francamente desolador a nivel nacional y en Puebla la situación es peor.

En estos momentos se percibe una competencia real entre el PAN (con el Frente Ciudadano por México) y Morena.

El PRI a nivel nacional quizá tenga alguna oportunidad de ser competitivo pero no es seguro.

Sin embargo, en Puebla la realidad es otra.

Están en su peor etapa, han perdido dos veces la gubernatura desde el 2010 y no se ve cómo puedan ganar en el 2018.

Ni porque el candidato sea Enrique Doger.

Enrique Ochoa deberá revivir a un partido en plena agonía.

Los mismos priistas sienten que Puebla es una plaza pérdida de antemano.

Y la verdad es que no se equivocan.

Desde Los Pinos y el CEN han negociado las derrotas del PRI y se ve que en el 2018 la historia será la misma.

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