LA LÓGICA que repartía las dos principales candidaturas del PAN en Puebla era insultante por facilona y, sobre todo, porque vino de quienes negocian con el león aun cuando sus fauces rodean su cabeza.

Lo escrito en cursivas es paráfrasis de una frase del genial Gary Oldman metido en el papel de Winston Churchill en Las horas más oscuras. ¿Quién creería que el león, ya con la cabeza en sus fauces, se sentará a negociar?

Tómelo con las reservas del caso, pero…, el futuro presidente municipal de Puebla no está en Acción Nacional. Su chaqueta tendrá cualquier otro color, menos el blanco y el azul, porque así está decidido.

YA SON dos los partidos que tienen prácticamente definidos sus candidatos a la gubernatura de Puebla: el PAN, con Martha Erika Alonso y Morena, con el senador Luis Miguel Barbosa Huerta. Queda pendiente la definición del PRI, donde nadie se mueve, al menos no en público.

Nos informan que se la están tomando con calma porque tienen hasta el próximo 20 de febrero para definir a quién quieren que se enfrente al morenovallismo y a la fuerza que logre el petista Barbosa Huerta.

Y MIENTRAS tanto, Enrique Cárdenas Sánchez, aspirante a una candidatura independiente para la gubernatura, informó que sólo ha reunido 6 mil de las 132 mil firmas requeridas para obtener su registro. Lo peor es que le quedan 15 días para recabar las que faltan.

MOVIMIENTO CIUDADANO publicó su convocatoria para la selección de candidatos que en Puebla contenderán en julio. La Comisión Operativa Nacional será la encargada de elegir a los tres que irán a las diputaciones locales en la coalición Por Puebla al Frente, y la nada despreciable cantidad de 54 alcaldías.

Cheque esto: la mitad de los candidatos podrán ser externos. Así que, piensan los incrédulos, ahí seguramente terminarán los morenovallistas que se queden sin lugar en las plazas que tendrá para sí el grupo gobernante en Puebla.

AHORA FUE en Calpan donde más de 100 pobladores de la cabecera local exigieron a las autoridades locales la entrega de un presunto ladrón, para lincharlo. Nadie parece darse cuenta de que la sociedad está harta de la delincuencia…, y que esto, en tiempos electorales, es doblemente peligroso.