Dudar de las creencias para aprender
La curiosidad intelectual es la negación de todos
los dogmas y la fuerza motriz del libre examen"
José Ingenieros.
El ser humano percibe y capta el mundo que le rodea a través de los sentidos y lo construye dentro de la mente. Vivimos un universo creado por signos, el cerebro de cada individuo interpreta éstos de la realidad circundante y les otorga un significado.
Entonces, cada uno de nosotros realiza su propia construcción de la realidad, representamos la realidad en la mente y vivimos este significado que hemos construido. ¿Qué significa para mí el éxito?, ¿ser mexicano?, ¿la familia? ¿Qué significado tiene para mí el dinero?, ¿el trabajo? Voy a vivir todos estos significados, mi vida es la relación que tengo yo con estos significados. Esto es lo que nos hace tener distintos puntos de vista, distinta percepción de la realidad. Cada uno de nosotros construye su propia realidad interior. Es en la mente donde vivimos lo que vivimos, el exterior está reconstruido, interpretado y representado en el escenario de la mente.
Cada uno vive, no el contexto que le circunda, sino los significados que ha construido sobre éste. Richard Bandler, cofundador del modelo de programación neurolingüística, decía: "Tus creencias no están hechas de realidades, más bien es tu realidad la que está hecha de creencias. Tus creencias construyen tu realidad".
Existen significados que se construyen socialmente, creencias colectivas sobre la moralidad, la religión, la sexualidad, los distintos valores, entre otros. Algo que puede ser bueno para una comunidad, puede no serlo para otra. Estas creencias sociales influyen en nuestra capacidad de percibir, de construir significados. A veces también nos limitan porque no se permite pensar fuera de ellos.
Hace una semana, en una conferencia de Maruan Soto Antaki, autor de Pensar México y Pensar Medio Oriente, le preguntaban sobre sus creencias, a lo que él respondió: "Yo no creo en nada, nada más me cuestiono". Cuando nosotros tenemos una creencia y nos aferramos a ella, podemos llegar a sentir que es parte nuestra, que nosotros somos esa creencia y dejamos de cuestionarnos y pensar. Carl Sagan, científico y divulgador de la ciencia, decía que "no puedes convencer a un creyente de nada porque sus creencias no están basadas en evidencia, están basadas en una enraizada necesidad de creer". Necesita creer, así que se va a aferrar a esa creencia, aunque esté equivocado, así lo haga infeliz.
La buena noticia es que los significados se modifican constantemente, al ser una construcción mental, la misma persona que emite un significado puede transformarlo por otro. Esto ocurre continuamente en nuestras vidas, al ir creciendo evolucionan los significados, una experiencia disruptiva puede distorsionar la forma de entender las cosas, una terapia psicológica transforma las representaciones mentales, las creencias. Podemos cambiar los significados y con ello, tener una percepción distinta del entorno.
¿Cómo cambiamos los significados y las creencias?
Primero, cuando alguna creencia te moleste, te limite o no te permita crecer, analiza qué ideas o prejuicios hay detrás de ella, sería bueno que identificaras de dónde sacaste esa idea, dónde la aprendiste, pero esto no es absolutamente necesario, puedes seguir sin este paso intermedio; y segundo, poniendo en su lugar una nueva convicción, que te sea más funcional, que te permita sentirte mejor o que te permita tener más opciones.
Ten presente que, si adquiriste una creencia a través de la repetición, la repetición continua de la idea contraria, positiva o funcional te permitirá renovar los significados de tu mente. Imagina y crea todos los pensamientos contrarios que se te ocurran, Albert Einstein decía que "en los momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento."
Cuanto menos nos apeguemos a una creencia, más curiosos podremos ser, y con ello seremos más capaces de cuestionar nuestro entorno y aprender de él.
