El mes de julio es demasiado especial para mí, pues desde el cielo sé que mis ángeles hermosos piden a Dios por mí y por esta institución. Dos pequeños que llegaron en marzo de 2014, increíbles seres humanos de una carisma único que te permitían ver los diferentes matices de la vida y que al pasar por eventos fuertes disfrutaban de una mágica tarde lluviosa o una maña fría, y de una noche calurosa, a pesar de la situación por la que estaban pasando en ese momento, lo hacían más fácil, uno de ellos cumplía años el día 27 de este mes, su nombre era Ángel.

El provenía de una comunidad al sur de la ciudadde Puebla, su nombre es Azumiatla y padecía de Leucemia linfoblástica aguda, estuvo dos años con nosotros así que al tenerlo aquí por temporadas largas trataba de consentirlo, en su cumpleaños les preparaba los platillos que les gustaban, pero así mismo enseñarle a comer cosas diferentes que les permitieran nutrirse y llevar a cabo una sana alimentación, todos los menús realizados llevaban la supervisión del área de nutrición para poder cumplir con todos los requisitos necesarios para que ellos tengan una alimentación adecuada.

Ya que variaban las temporadas de su estadía en el albergue, los menús también en su cumpleaños les cocinaba chiles en Nogada una receta muy completa, ya que contenían alimentos permitidos en la dieta de ellos, además que les gustaban, gracias a los donantes que contribuían con los ingredientes principales de este platillo, podemos prepararlos y uno de sus postres favoritos; el flan napolitano.

La dieta de nuestros pacientes es de suma importancia, recordemos que somos una albergue que vivimos de donaciones, así que yo la chef de Una Nueva Esperanzate invito a sumartedonando en especie no sólo se utilizan los insumospara la preparación de alimentos, sino tambiénpara contribuir a las despensas que se le entregan a nuestros pacientes cuando parten a sus casas.

 Besos hasta el cielo mis bellos amigos.

*Chef