El inicio de la 4T

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Miguel Barbosa Huerta


Noviembre 30, 2018

Muchas generaciones de mexicanas y de mexicanos anhelábamos este momento. Años de resistencia al autoritarismo y a la adversidad mantuvieron viva la esperanza. La lucha por el acceso al poder de forma pacífica y democrática ha triunfado de manera contundente sobre el antiguo régimen. Hoy es un buen día para México, porque nuestro país realiza en esta sesión republicana y solemne la transición de su Poder Ejecutivo Federal en paz y por mandato del voto popular. La sociedad y la democracia nos han dado la gran oportunidad de cambiar el destino de nuestro país, no podemos defraudarlos.

El gobierno del presidente Enrique Peña Nieto nunca estuvo a la altura de los retos que enfrentaba México. Lamentablemente nuestra Nación es el país de la desigualdad y de la violencia. Podría citarse una interminable lista de datos y de cifras. Basta señalar la grave crisis de inseguridad que ha llegado a niveles inimaginables, provocando miles de muertos, desaparecidos y desplazados por la violencia. Ahí están las violaciones a los derechos humanos, los feminicidios y los miles de desaparecidos, entre éstos, los 43 normalistas de Ayotzinapa. México es un inmenso campo de fosas clandestinas.

Después de tres décadas, el modelo económico impuesto sólo ha provocado el estancamiento de la economía, la desigualdad y la pobreza en la mayoría de la población. Tenemos un campo devastado, nuestras industrias energéticas quebradas y nuestros recursos naturales saqueados; gasolinazos, caída en el poder adquisitivo de las familias, falta de apoyos sociales y ausencia de expectativas para millones de jóvenes.

La corrupción es uno de los problemas más relevantes del país y un cáncer que afecta a la administración pública. La corrupción daña la economía, acentúa la inseguridad, dificulta el trabajo y atrofia el ejercicio de gobierno. Resulta indispensable terminar con el círculo vicioso de corrupción e impunidad. El 1 de julio pasará a la historia como el día cuando la sociedad Mexicana dijo ya basta. Por medio de su voto, la gente decidió poner un alto a la inseguridad, a la pobreza y a la corrupción.

El mandato de la sociedad fue claro: no quiere un relevo en el grupo en el Poder, como ocurrió en el año 2000; quiere un nuevo régimen. Votó por un cambio de fondo. Votó por la Cuarta Transformación de la República. Tenemos plena consciencia de lo que significó para la historia de nuestro país, de Latinoamérica y del continente el triunfo de Andrés Manuel López Obrador. Es la culminación de la lucha por la democracia que en 1968 iniciaron los estudiantes y que continuaron muchos movimientos sociales y políticos. Movimientos pacíficos, por el respeto al voto, por la reivindicación de derechos sociales y la exigencia de justicia.

La Cuarta Transformación de la República retoma el camino que hace más de dos siglos se inició con la lucha de Independencia. Consolida el Estado que delinearon los hombres de la Reforma y hará realidad los anhelos de justicia social de la Revolución. El propósito de la Cuarta Transformación de la República es la creación de un nuevo Estado social y de derecho. Con estabilidad y responsabilidad, reorientar nuestros objetivos a favor del desarrollo económico, la equidad, la justicia social y la atención prioritaria a los grupos vulnerables.

@MBarbosaMx

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