La situación que enfrenta Venezuela en estos momentos, es de crucial importancia para el derecho internacional. La comunidad internacional se enfrenta a un gran desafío: reconocer a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela, o bien reconocer a Juan Guaidó como presidente temporal en lo que se restablece la democracia en aquel país.

El principio de la no intervención, es uno de los más importantes que rigen el derecho internacional público y fue en éste, en lo que se basó nuestro presidente para reconocer a Maduro como presidente del país latinoamericano. Mientras que, países como Canadá, Estados Unidos y Alemania, han decidido otorgar el reconocimiento a Juan Guaidó. A pesar de que los derechos humanos son universales, y la violación a estos justificaría en algunos casos una intervención al país responsable.

¿Qué es lo que está sucediendo? La falta de un procedimiento democrático confiable y avalado por instituciones y organismos internacionales como la Organización de Estados Americanos han restado legitimidad al mandato de Nicolás Maduro.

Lo que propone Juan Guaidó y sus seguidores es llevar a cabo procesos y procedimientos democráticos necesarios para restablecer la democracia en Venezuela. Promete acabar con una violación sistemática de los derechos humanos de la cual los ciudadanos de aquel país han sido víctimas en repetidas ocasiones.

Es importante observar cómo se manejará la comunidad internacional a partir de declaraciones como la de la Organización de Estados Americanos que no reconocería a Maduro como presidente de Venezuela, y a la de maduro afirmando que rompía todo tipo de relación diplomática con Estados Unidos.

El haber reconocido al gobierno de Nicolás Maduro, y no apoyar al grupo de lima para el "restablecimiento de la democracia en Venezuela" muestra una manera de actuar muy clara por parte de la actual administración. "No intervendremos en asuntos de derecho internacional con respecto a Venezuela, ni intervendremos a las presiones internacionales en curso en contra de este país latinoamericano."

En el caso de Venezuela, ni Nicolás Maduro, ni Juan Guaidó serán presidentes legítimos de Venezuela, a menos que su mandato sea avalado por un procedimiento democrático y tengan el apoyo del pueblo venezolano. Hay que recordar que es el pueblo, en este caso, quien elige a sus gobernantes. Por lo que un mandato "autoproclamado" carece de los principios y medidas básicas para su reconocimiento.

Hacen falta instituciones y procedimiento preestablecidos en el texto constitucional para que así se logren legitimar y solo así quien termine gobernando será debidamente elegido y reconocido por el pueblo. Dando como consecuencia un reconocimiento internacional y el país sudamericano vivirá en armonía.