Asalto a domicilio

Los gobiernos, cualquiera que sea su ideología o partido, siempre le quedarán a deber a quienes los eligen. Hay gobernantes que, sabedores de sus limitaciones, hacen su mejor esfuerzo para cumplir lo que prometieron en campaña; y los hay también que, sabedores de sus limitaciones, se cruzan de brazos e ignoran a sus gobernados.

Quienes hacemos El Popular, diario imparcial de Puebla, hemos sido víctimas de asaltos, robos con y sin violencia, intentos de secuestro y veladas amenazas de personajes ligados al crimen organizado; la violencia en nuestra contra ha sido lo mismo aquí a las puertas de la redacción que cuando paseamos con nuestras familias o hacemos el tan en estos tiempos necesario periodismo.

Ayer, al menos dos asaltantes robaron la nómina de los trabajadores de este periódico que en los últimos años se ha reinventado desde la Privada B. Hermenegildo Galeana en la colonia Paraíso Mayorazgo; la nómina, decíamos, de quienes hacen una propuesta por enriquecer el periodismo. El hecho ocurrió alrededor de las 17:30 horas de este jueves 28 de febrero de 2019 cuando llegó al diario personal administrativo con la nómina; al descender del auto, tras regresar de retirar el dinero del banco, fue encañonado por dos delincuentes que le exigieron el dinero. Y sí hubo respuesta de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal (SSPTM), y de agentes ministeriales y el tuit solidario de la alcaldesa Claudia Rivera Vivanco…, pero no es suficiente.

Es necesario que los mandos policiacos de la capital del estado entiendan que no basta con preguntar por qué no se utilizó el acompañamiento policiaco para quienes hacen fuertes retiros de dinero. De otra forma, ¿cómo se pide confianza cuando recientemente la propia alcaldesa disolvió un cuerpo policial de élite cuyos elementos abusaron de autoridad contra ciudadanos? ¿Qué han hecho para recuperar la confianza perdida durante las últimas tres administraciones?

Es necesario también que los mandos ministeriales no sugieran que no se publiquen las fotos de presuntos delincuentes porque entonces, ellos, los delincuentes, sabedores de que son buscados, no reinciden y ellos, los agentes, no los pueden aprehender. Sí, así como lo lee. Vamos, ese acompañamiento no es necesario si se atiende una exigencia legítima: seguridad, y si ésta garantiza, además, algo a lo que jamás debemos renunciar: vivir en un régimen democrático. El Estado tiene la obligación de garantizar la seguridad, la justicia y el respeto a los derechos humanos; sin esa triada no hay forma de convivir en paz.

Los datos consignados en estas páginas por el profesional equipo de periodistas tendrían que sonrojar, cuando menos, a los gobernantes de Puebla: el robo y la violencia familiar son los delitos con mayor incidencia en Puebla, Cuautlancingo, San Pedro y San Andrés Cholula; y en enero pasado el abuso sexual y el narcomenudeo comenzaron un repunte nada deseable, por encima incluso del homicidio.

De acuerdo con el informe de incidencia delictiva a enero de 2019 del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en Puebla capital se registraron mil 100 casos de robo en enero de este 2019, en 2018 se tuvieron mil 303 ante la Fiscalía General del Estado (FGE), lo que refleja una disminución, igual que en San Andrés Cholula, que pasó de 91 a 89 averiguaciones previas; Cuautlancingo bajó de 73 a 63 denuncias por robo respecto de enero de 2019 y 2018, mientras que en San Pedro Cholula se repitió el mismo fenómeno con una baja de 58 a 50 carpetas de investigación.

Y las autoridades podrán hacer alarde de este descenso, pero ¿ es lo ideal? Decíamos en la entrada de este texto que los gobiernos siempre le quedarán a deber a quienes los eligen, que hay gobernantes que, sabedores de sus limitaciones, hacen su mejor esfuerzo para cumplir y que los hay también que se cruzan de brazos e ignoran a sus gobernados. Cabe una pregunta, querido lector: ¿qué tipo de gobernantes tiene Puebla?

[email protected]

@IsraelV_mx

*Director Editorial El Popular, diario imparcial de Puebla

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de El Popular, periodismo con causa.