El primer aviso se dio el 8 de marzo, desde Fráncfort, Alemania. La empresa Volkswagen anunció que pretende recortar, a partir del 2020, entre 5 mil y 7 mil empleos administrativos para reducir costos; desde entonces comenzó a negociar con representantes de los trabajadores.

El 12 de marzo el grupo alemán dio otra señal: planea producir 22 millones de vehículos eléctricos en diez años. Se trata de lanzar casi 70 modelos nuevos, en vez de los 50 que ya tenía previstos. El giro lo dará la empresa a pesar de que en 2018 tuvo 6 por ciento más ganancias con respecto de 2017, y lo enmarca en un programa de descarbonización para lograr un resultado neutral de emisiones de CO₂ en 2050 y, con ello, cumplir con los objetivos del Acuerdo de París sobre el clima.

Este cambio significa una inversión de más de 30 mil millones de euros hasta el año 2023; sus pasos, como siempre, no son en falso: el primer modelo de la nueva generación de eléctricos es el Audi e-tron, que se producirá a partir de este año y que se presentará en el Salón de Fráncfort. Ya hay 20 mil pedidos de ése y del modelo Porsche Taycan.

El miércoles 13 de marzo vino información que debiera poner a los gobiernos federal y estatal a trabajar contrarreloj: la automotriz reveló que la reducción de empleos será por la automatización de tareas rutinarias. De otra forma: no habrá más contrataciones y, en todo el mundo, 11 mil de sus trabajadores podrán acogerse a una jubilación anticipada.

El panorama no es nada bueno para Puebla, donde la Volkswagen tiene una planta en el municipio de Cuautlancingo, aunque se haya informado también que se van a crear 2 mil nuevos empleos en el desarrollo técnico; ni para Guanajuato, por la planta en el pujante municipio de Silao.

Hasta ahora, no se sabe ni que el presidente Andrés Manuel López Obrador, y mucho menos el gobierno interino de Puebla, hayan tomado medidas para resolver lo que bien podría significar una crisis laboral…, a pesar de que desde diciembre de 2018 Volkswagen de México y el sindicato confirmaron ajustes a la plantilla de Cuautlancingo: se ofrecía baja temporal por dos años, pero agregaron el retiro voluntario o bien transferencias a la planta de motores en Guanajuato y a la planta de Audi en San José Chiapa.

La pregunta es: ¿estarán enterados los trabajadores de lo que se viene?, ¿el sindicato ya les habrá avisado?

Apostilla

Ayer le comentábamos que Puebla es la manzana de la discordia entre Ricardo Monreal y Yeidckol Polevnsky, la dirigente nacional de Movimiento Regeneración Nacional. Bien, pues esta última, en entrevista que hoy se publica en los periódicos El Universal y El Popular, diario imparcial de Puebla dijo que "(…) Monreal puede opinar sobre el Senado, no sobre Morena, y no puede meterse en las decisiones del partido; él es senador y lo que le corresponde es coordinar al grupo parlamentario, porque es su tarea. Se han equivocado al querer tomar atribuciones que no les corresponden". Y volvió a mandarle un recado a Monreal y Alejandro Armenta: "en Morena hay estatutos muy claros y precisos, y establecen cómo se seleccionan los candidatos y los que quieran estar dentro tienen que apegarse a nuestros estatutos, porque tenemos muy claro y muy definido cómo se debe proceder. En todas las elecciones de Morena ha habido una claridad absoluta, y el partido no se ha despegado de sus estatutos".

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