El 2 de junio del presente año viviremos de nuevo en el estado de Puebla un proceso electoral para elegir gobernador y cinco ayuntamientos. Hasta el día de hoy, tenemos un candidato común por parte del PAN, PRD y MC en la figura de Enrique Cárdenas; uno del PRI, quien es Alberto Jiménez Merino; y tres precandidatos de Morena, Luis Miguel Barbosa, Nancy de la Sierra y Alejandro Armenta. La ciudadanía tendrá, otra vez, la responsabilidad de acudir a las urnas y ejercer su voto.

Es una realidad que previamente a este proceso electoral se percibe, en gran parte de los ciudadanos, una desconfianza debido a lo acontecido en el pasado. Los actos violentos, así como las diferentes situaciones y circunstancias que se dieron después del proceso electoral anterior, como por ejemplo, la participación de los tribunales electorales tanto estatal como federal para definir la elección; o la muerte de la gobernadora, dejaron en la ciudadanía un ambiente de incertidumbre y un sentimiento de vacío de poder.

Este proceso electoral tendrá que ser diferente. Las autoridades electorales deberán poner atención en los errores cometidos anteriormente, así como tratar de evitar sucesos violentos que empañen la elección. En este sentido, es positivo que para la elección de gobernador sea el INE la institución que asuma totalmente la organización y realización del proceso electoral extraordinario, ya que goza de una mayor legitimidad y credibilidad que la que actualmente tiene el IEE.

Al hablar de los candidatos y precandidatos en esta contienda, vemos cómo este proceso no ha estado exento de descalificaciones entre los mismos. En Morena, por ejemplo, existe conflicto entre dos de los precandidatos más importantes. Por un lado, Armenta exige la presencia de observadores electorales en la contienda interna que se hará a través de una encuesta a la militancia, mientras que Barbosa argumenta que, al exigir eso, Armenta no está respetando los estatutos del partido, los cuales no contemplan la presencia de observadores. Es claro que lo que menos necesita la ciudadanía es una confrontación que pone en evidencia a los candidatos.

Tomando como referencia esta disputa, es importante resaltar que entre más claros y democráticos sean los procesos internos de los partidos políticos, mayor legitimidad se tendrá frente a la ciudadanía. Es nuestro papel como ciudadanos exigir que estos procesos sean lo más transparentes posibles e incluir estas prácticas en sus estatutos. Recientemente Morena declaró que se reservará la información relacionada con la fecha, hora y lugar de aplicación de la encuesta, para evitar interferencias por parte de los precandidatos. ¿Puede un proceso tener credibilidad si se oculta este tipo de información?

Por otro lado, existe cierta oposición hacia la candidatura de Cárdenas, debido a que fue un arduo crítico a los partidos políticos tradicionales al momento de ser candidato independiente y ahora es el candidato común de tres partidos políticos. Sin embargo, la realidad hoy en México nos muestra lo difícil que es llegar a algún cargo público como candidato independiente. Nuestras leyes electorales entorpecen la figura de los independientes y se tendrá que seguir trabajando en ellas para que esto cambie.

Mientras tanto, se necesita ser parte del sistema para generar los cambios en el mismo. Así, un candidato con este perfil da frescura al proceso electoral actual y se muestra como una opción ciudadana diferente frente a los políticos tradicionales. El 19 de marzo comienza el registro de candidatos ante el INE. Queda poco tiempo para saber quiénes serán los candidatos que oficialmente estarán buscando la gubernatura. Tenemos como ciudadanía una gran responsabilidad para votar de manera reflexiva. No acudamos a la fe ciega sin análisis, que tanto daño hace a nuestra democracia.

Conozcamos los perfiles, las trayectorias, los programas de trabajo de cada uno de los candidatos. Votemos de manera informada, Puebla lo necesita.

Profesora de Cátedra del Tecnológico de Monterrey en Puebla.

[email protected]