La agenda de Puebla: complementar programas federales y locales
Dada la universalidad, amplitud y alcance de los programas sociales y productivos federales
Dada la universalidad, amplitud y alcance de los programas sociales y productivos federales, parece aconsejable que, por el bien de Puebla, el gobierno electo asuma un franco y generoso criterio de colaboración y complementariedad con el gobierno de la 4T. En principio, la ejecución de los programas federales de bienestar ha tenido, y tiene, un alto grado de complejidad: el cambio de reglas, el proceso de aprendizaje, las restricciones presupuestales, la siempre inacabada coordinación interinstitucional e intergubernamental, los cambios de beneficiarios, las mutaciones intermitentes en las políticas nacionales y hasta el protagonismo, usual en los cambios de gobierno, de quienes por primera vez acceden a la administración de responsabilidades más o menos trascendentes. Además de la seguridad, identificamos tres temas de interés nacional y local que tiene que acometer con determinación el gobierno de LMBH: a) el desarrollo con equidad de las zonas indígenas; b) el de la pobreza en las sierras Norte, Negra y Mixteca; y c) la recuperación de los recursos naturales y el medio ambiente sobre bases sustentables. Desde luego ello no significa que el resto de los temas de la agenda del desarrollo: educación, salud, cultura, ciencia, desarrollo agropecuario e industrial no estén en el primer orden de las preocupaciones del estado. De lo que se trata es que el gobierno del estado complemente, con mayor ímpetu y eficacia, el esfuerzo del gobierno federal, de modo que en el horizonte de su mandato --5 años, 5 meses-- convoque a los poblanos a concretar metas realizables que por décadas se han interrumpido o pospuesto. A manera de ejemplo: el gobernador de Tlaxcala, Marco Mena, después de un estudio riguroso con el apoyo de organismos internacionales y recogiendo experiencias de 20 países del mundo, diseñó el programa Supérate, para abatir al mínimo la pobreza extrema de 74 mil personas que la padecen. ¿Hay condiciones objetivas para cumplir esta meta? Definitivamente sí. Entre otras razones, por las condiciones de la relativa homogeneidad social del estado, por la distribución y dimensión de la población en pobreza extrema en 176 AGEBs urbanas y 27 rurales. Sobre todo por el alcance de los programas del presidente López Obrador, quien en su reciente visita al estado, el pasado 31 de mayo, le tomó la palabra al gobernador Marco Mena y anunció el apoyo del gobierno federal a esta iniciativa. El presidente enfatizó que, así como Tlaxcala se ha mantenido como el único estado sin deuda, en el futuro podría ser el primer estado sin pobreza extrema, en virtud de la concurrencia de los órdenes de gobierno y la sociedad. En Puebla es posible, bajo un nuevo marco de coordinación multinivel, acometer retos que no hemos superado, como los ya mencionados sobre el desarrollo de las zonas indígenas; el de la pobreza en las sierras Norte y Negra y en la Mixteca; y la recuperación de los recursos naturales y el medio ambiente. Todo ello bajo la égida y compromiso del desarrollo regional sustentable. Se trata de una tentativa que demanda, a la vez, compromiso político, convicción social, estrecha y real coordinación Federación-estado-municipios, métodos y procedimientos científicos y técnicos, y una inagotable dosis de sensibilidad social para persuadir y convencer a los pueblos, comunidades y ciudadanía de que, después del cúmulo de propuestas fallidas, es posible avanzar en metas realizables en favor de la justicia como equidad; y de un hábitat que conserve y respete la naturaleza y el medio ambiente. Habrá que dar respuestas a interrogantes trascendentes: ¿Cómo resolver, ahora sí, la contaminación del Río Zahuapan-Atoyac? ¿Cómo recuperar el reordenamiento de la zona metropolitana Tlaxcala-Puebla? ¿Cómo determinar la regionalización de Puebla, con la mira puesta en el desarrollo sustentable y los objetivos de la agenda 20-30? ¿Cómo mantener el aliento del proyecto Audi y el de la industria militar y naval, y a la vez los equilibrios sociales y urbanos? ¿Qué hacer para trascender los problemas estructurales de las sierras Norte y Negra y de la Mixteca? |
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