¿Te has imaginado cómo se construye un edificio departamental en la actualidad? Considera un edificio de unos 12 pisos, ¿de acuerdo?

Bien, ¿es posible empezar todo el proceso con la construcción del piso 12 de ese edificio? Más aún, ¿es factible montar la pared norte del edificio como primer paso? O tal vez, ¿podemos empezar por poner el piso de ese nivel 12? Bueno, que te parece si primero ponemos el techo, ¿es factible que empecemos por ahí? Es probable que puedas observar que existen varias limitaciones para hacer cualquiera de estas actividades como punto de partida.

O considera que no se colocan cimientos, ni pilotes, ni ningún soporte para ese edificio. ¿Qué tan factible es que pueda sostenerse?

Ahora te propongo que compares el cumplimiento de una meta de cualquier tipo con la construcción de un edificio departamental, no porque sean equiparables directamente, sino sólo por analogía.

En ocasiones, cuando alguien establece una meta, parece concentrar su atención en el último momento del proceso, en el nivel 12 de nuestro ejemplo, y por momentos va cayendo en el desánimo y la frustración, al no poder hacer ninguna actividad de forma óptima y consistente como consecuencia de que faltan actividades y resultados previos. ¿Has observado a personas que se encuentran en esta situación? ¿Tú mismo has pasado en ocasiones por una situación así?

Retomemos el proceso de construcción del edificio departamental: antes de planear los detalles del edificio, es necesario conocer y estudiar las características del suelo donde se pretende construir. Se necesita evaluar si el piso es poroso o duro, qué tanto se desliza, qué tanto es transformado por procesos físicos como corrientes de agua, filtraciones, textura del suelo, si hay cavernas debajo de él.

Con estos datos es posible determinar y planear las características básicas de su estructura, de sus pilares, de sus columnas, de los cimientos, de los pilotes, etc., y estos datos permitirán afinar o adecuar las características arquitectónicas y de ingeniería requeridas para soportar y mantener en operación el edificio. Éstos son sólo algunos de los aspectos a considerar, y aun así para una persona que desconozca del proceso de construcción de edificios puede ya significar un caos completo considerar tales elementos. Pese a ello, el punto a destacar es que cada proyecto o cualquier plan de acción para cumplir una meta requiere una evaluación preliminar que permita determinar las características específicas para implementarlo, ¿te hace sentido?

Sigamos un poco más con nuestro ejemplo. Con lo anterior, aún estamos en el proceso de planeación del edificio. Con todos los datos necesarios relativos al diseño constructivo, de ingenierías y afinamientos arquitectónicos, es necesario establecer una valoración económica del proyecto para determinar su viabilidad y su factibilidad, tanto técnica como financiera. Hay proyectos de construcción de edificios departamentales que pueden ser inviables, sea por el tipo de suelo, que implicaría importantes inversiones en la estructura del edificio para asentarlo y fijarlo en el suelo, lo cual elevaría enormemente el costo de producción y lo haría financieramente inviable; o porque la capa de suelo está sobre una caverna, o porque no se dispone de tecnología o es muy escasa para atender atributos del suelo, etc. Con base en ello, se establece la viabilidad y factibilidad del proyecto.

Es necesario destacar la importancia del proceso de planeación de un proyecto. Tal vez hace unos 200 años no se hacían este tipo de estudios previos para la construcción del edificio. Y también es cierto que apenas van un poco más de cien años desde que se inició la construcción de edificios departamentales, muchos de los cuales entonces se desplomaron o fueron derruidos como consecuencia del desconocimiento de temas estructurales. Por tanto, entre menos comprendas un tema, mayores problemas tendrás para planearlo, ejecutarlo y/o mantenerlo, ¿te hace sentido?

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