La camisa blanca

Y no amigos, no es la segunda parte de la canción de Juanes “La camisa negra”

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Y no amigos, no es la segunda parte de la canción de Juanes “La camisa negra”. Esta vez quiero contarles la importancia que tiene una camisa blanca en el guardarropa; y aunque sé que muchos de ustedes prefieren estar “cómodos” con playeras, camisetas o polos, la camisa blanca es, por mucho, la reina de la seducción, la formalidad y la elegancia.

Para empezar, ¿por qué el color blanco, y no negro o azul marino (que es lo más común hablando de formalidad)? Pues bien, el color blanco transmite paz, seguridad, confianza y credibilidad, valores que ponderan más que la formalidad del azul o el encanto del negro. El blanco queda perfecto para cualquier situación. La puedes usar para una ocasión formal (sin botones en el cuello, sin bolsillo delantero y de manga larga) o en un ambiente más informal (manga corta, botones en el cuello)

¿Cómo identificar la camisa perfecta? Al doblar el brazo, el puño debe quedar justo en el hueso de la muñeca, debe ajustar sin lastimar la misma; si vas a usar saco, debe asomarse de 1 a 1.5 cm del saco. Cómo te quede el cuello es FUNDAMENTAL. Abotona el cuello, si sientes que te ahorca, o te caben más de dos dedos, definitivamente no es tu talla. Lo ideal debe ser que entre el cuello de la camisa y el tuyo quepa un dedo sin dificultad.

Hombre o mujer, con una camisa blanca bien planchada, fajada y con un ajuste impecable proyecta confianza, seguridad y destila un gran atractivo. Si no me creen, pregunten entre sus conocidos, ¿qué piensa de la gente con camisa blanca? Se llevarán una gran sorpresa.

*Periodista de moda

 herongtr

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